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La vida cristiana es una relación personal de amistad .::. Foto: J. RivasEvangelización y vocación son dos elementos inseparables. Más aún, criterio de autenticidad de una buena evangelización es su capacidad de suscitar vocaciones, de madurar proyectos de vida evangélica, de implicar totalmente a la persona de los que son evangelizados, hasta hacerlos discípulos y apóstoles.

Un dato histórico de la vida de Jesús, confirmado por los cuatro evangelistas, es que, desde el comienzo de su actividad evangelizadora (cf. Mc 1,14-15), Jesús llamó a algunos a seguirlo (cf. Mc 1,16-20; Mt 4,18-19; Lc 5,10-11; Jn 1,35-39). Estos primeros discípulos suyos se convirtieron de ese modo en «compañeros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros, a partir del bautismo de Juan hasta el día en que nos fue llevado» (Hch 1,21-22).

presentacionLos salesianos de mayor edad recordamos con nostalgia aquellos viejos tiempos en que “éramos muchos”. Las casas de formación estaban llenas. Los candidatos acudían a tocar la puerta.

De repente comenzó la era del hielo. Los números se reducían sensiblemente. La alarma empezó a sonar. Los candidatos aparecían a cuentagotas. La opción vocacional era quebradiza y los entusiasmos iniciales se apagaban con facilidad. Un desaliento comenzó a cundir. ¿Éramos una especie en vías de extinción? ¿Qué estrategias había que diseñar para sobrevivir?

tmxquesevan2La inmigración es un tema triste, dado el dolor que provoca en millones de seres humanos necesitados. Pero quedarse con esta visión corta puede dar lugar al cinismo, la resignación y la desesperanza.


La palabra "utopía" se entiende comúnmente como una ilusión agradable, pero imposible de alcanzar, algo así como soñar despierto. Sin embargo, hay otro modo de entender la utopía. Esta se refiere al polo de atracción que genera un dinamismo que impele a superar la situación actual buscando construir una nueva realidad. Otro mundo es posible. Tarea nunca terminada, pero que, en lugar de defraudar, estimula a caminar en esperanza.

Pronto  comienzan  a experimentar la amargura  de sentirse  no aceptados. Foto EDHJesús narra aquella simpática parábola de la viejita pobre que acude al juez malvado para que la defienda. El juez no está para perder el tiempo con esas pequeñeces y la ignora. Pero la viejita, con la insistencia propia de los más pobres, le tuerce el brazo al juez. Este, para quitársela de encima, termina por atenderla.

Ojalá hubiera en nuestros tiempos un final tan feliz como el de la parábola. Pero no. A los millones de inmigrantes que tocan a la puerta de los países ricos no los sostiene la esperanza de la viejita de la parábola. La puerta está bien trancada. Y si se colaron por algún falso portillo, se desata la cacería. Hay que echarlos fuera porque cometieron el delito de llegar a trabajar.

Inmigrantes - Foto EDHTodo empezó cuando estudiaba odontología. En aquel tiempo (1995) costaba mucho dinero. En mi segundo año se me volvía más difícil pagarla por las muchas dificultades en mi familia. A veces mi papá no podía pagar la solvencia universitaria. Entonces fue cuando yo empecé a cuestionarme si marcharme o no.

La decisión no fue fácil. Un primo estaba en los mismos planes, así que aproveché y me fui con él para no estar sola.

Una mañana de agosto salimos muy temprano para tomar un autobús que nos llevaría con un coyote: Así son llamados quienes llevan personas a Estados Unidos.

Inmigrantes - Foto EDHCuando Estados Unidos se propuso en el pasado suprimir el abuso del licor mediante la célebre ley seca, el resultado fue un incremento en su venta y consumo, junto a los ingredientes de toda actividad lucrativa clandestina: mafias, crímenes, riquezas mal habidas y una batalla perdida.

El negocio del narcotráfico está repitiendo el mismo esquema. Mientras en el norte haya consumidores ávidos de estupefacientes, los productores del sur se ingeniarán para enviarles toneladas del producto ilícito por la vía clandestina con fabulosas ganancias y horrendos crímenes.

Lo mismo podría decirse del fenómeno de la inmigración. Mientras haya naciones altamente desarrolladas en lo económico junto a pueblos empobrecidos ansiosos por sobrevivir, el flujo migratorio será imparable, a pesar de los más ingeniosos obstáculos que se implementen para frenarlo.