¿No te parece que es un nombre demasiado rebelde para un blog que pretende orientar a la juventud de hoy? Provocarás que los jóvenes se vuelvan desobedientes o que hagan lo que les dé la gana dejando a un lado las enseñanzas de sus padres y educadores.
Esos fueron algunos comentarios que recibí cuando comenté que había aceptado la misión de escribir para la web del Boletín Salesiano.
Pero ¿qué significa “ir contracorriente” para ti y para mi que creemos en Jesús, que amamos la Iglesia y tratamos de vivir fieles a nuestra condición de hijos de Dios?
El modo de pensar del mundo actual muchas veces parece motivarnos a ser egoístas, a privilegiar la apariencia, a creer que nuestra felicidad está en tener cosas materiales, a alcanzar nuestras metas aplastando la dignidad de los demás.
Nadar a favor de la corriente es muy cómodo y ni siquiera estar vivo es necesario. Nadar contracorriente es un ejercicio poco agradable, ya que el esfuerzo y las energías que se emplean no obtienen el resultado deseado y la tentación por dejarse arrastrar por la corriente es muy fuerte.
El papa Benedicto XVI en múltiples ocasiones ha animado a los jóvenes a “ir contracorriente” y optar por el amor y la humildad. En su mensaje a los jóvenes en abril 2010 les decía explícitamente: “Sin ninguna duda encontrarán oposición al mensaje del Evangelio. La cultura actual, como toda cultura, promueve ideas y valores que quizás sean contrarios con los vividos y predicados por nuestro Señor Jesús. A menudo estas ideas se presentan con un gran poder de persuasión, reforzadas por los medios de comunicación y la presión social. Por eso les digo: no tengan miedo, sino alégrense de su gran amor por ustedes; confíen en Él, respondan a su invitación a ser discípulos, encuentren alimento y ayuda espiritual en los sacramentos de la Iglesia”
Jesús nunca se cansa de proponernos metas cada vez más altas para la vida, incluso llega al extremo de proponernos “ser santos como el Padre Dios es Santo” (cf. Mt 5,48) y nosotros debemos involucrarnos en esa vida nueva que surge del encuentro con Cristo, ya que sólo así seremos capaces de ser apóstoles de su paz en nuestra familia, con nuestros amigos, en los centros de estudio, en el trabajo, en nuestras comunidades de fe o en cualquier otro lugar en el que nos encontremos.
En estos tiempos modernos ¿Qué significa ir contracorriente para un discípulo de Jesús?
Respetar la vida de los niños que están por nacer…
Ser responsable en las tareas del Colegio…
Respetar y obedecer a mis papás…
…
(Ayúdame a completar esta lista)