La ciencia y la espiritualidad no son mutuamente excluyentes, sino complementarias. En el día de hoy, las evidencias científicas a favor de la existencia de Dios son abrumadoras. Estas evidencias se han acumulado en las últimas décadas dejando al ateísmo derrotado en toda línea.

El mayor matemático de la historia reciente y posiblemente de toda la historia Kurt Gödel era creyente; el mayor o más conocido físico de la historia reciente Albert Einstein era creyente; el mayor cosmólogo de la historia reciente George Lemaitre era creyente, y también era sacerdote católico; el padre de la genética Mendel también era creyente y también fue sacerdote católico; el que es posiblemente el mayor biólogo vivo contemporáneo Francis Collins es creyente; el padre de la física cuántica Max Planck era creyente; el otro padre de la física cuántica Werner Heisenberg también era creyente; el fundador de la estadística moderna Ronald Fisher también religioso; el padre de la química moderna Robert Boyle fue también teólogo; y el fundador de la microbiología Luis Pasteur era devoto católico. También lo fue Ramón y Cajal padre de la neurociencia y John Eccles de la neurofisiología; también el progenitor de las neurotecnologías Richard Smalley era creyente y religioso.

La lista de los premios noble que son creyentes es larga. Curiosamente es más larga la lista de los que se dedican a las ciencias físicas que la lista de los que se dedican a la literatura.

Y a muchos de ellos y de sus descubrimientos se les puede conocer a través de buenos libros. Por ejemplo, en el libro escrito por José Carlos González-Hurtado titulado ‘Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios’. De él tomo esta información.

En términos globales y tomando en cuenta todas las religiones apenas el 3% de los habitantes de la tierra son ateos, aunque hacen mucho ruido sobre todo en el mundo occidental al que pertenecemos nosotros.

Según el estudio del ‘Sprintide Reserarch Institute’ publicado en abril de 2023 la religiosidad va en aumento en Estados Unidos. El 40% de la generación entre 18 y 25 años se consideran muy religiosos y otros 30% se consideran religiosos, mientras que sólo el 17% no se consideran religiosos.

Siempre habrá ateos, pero creer que el universo se engendró a sí mismo demuestra una gran ingenuidad. Los avances en la Física y en la Cosmología apuntan a la existencia de un creador.

Según algunos, la teoría del Big Bang que supuestamente tuvo lugar hace 13,700 años es un argumento en contra de la existencia de Dios. Cuando, en realidad ocurre todo lo contrario ya que ello prueba que hubo un principio para el universo. Entonces comenzó la existencia del tiempo, del espacio y de la materia. Todo esto exige por pura lógica la preexistencia de una causa suficiente. La preexistencia de una inteligencia todopoderosa que le dio origen.

El libro citado es muy recomendable ya que en él usted encontrará las evidencias científicas que exigen de cualquier de cualquier persona no sectaria aceptar la inevitabilidad de la existencia de Dios.

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