luzLa Iglesia, el cristiano y sobre todo el papa, debe contar con que el testimonio que tiene que dar se convierta en escándalo, no sea aceptado, y que, entonces, sea puesto en la situación de testigo, en la situación de Cristo sufriente.
Benedicto XVI

Jesús utilizó el símbolo fuerte y elocuente de la luz para identificar a su comunidad de discípulos.

La Iglesia tiene como misión iluminar al mundo. Tarea retadora, pero arriesgada.

Iluminar implica echar luz sobre las tinieblas que oscurecen la vida de los hombres. La Iglesia es portadora de Cristo, luz del mundo. Una luz poderosa, capaz de desterrar las tinieblas.

laicosAntes del Concilio Vaticano II, la Iglesia era identificada con el papa, los obispos y los sacerdotes. Más allá de ese grupo selecto se extendía en la penumbra una masa informe de fieles. Era la visión clericalista de la Iglesia.
Ese Concilio tuvo el mérito de apuntar los reflectores hacia el Pueblo de Dios, como expresión genuina de la Iglesia. Pueblo de Dios, cuyo componente básico lo forman los laicos. Para promover el crecimiento cristiano de los laicos es que existen algunos servidores, clasificados jerárquicamente: diáconos, sacerdotes, obispos y el papa.

comunidadLa Parroquia María Auxiliadora, en San Salvador, El Salvador, tiene una extensión territorial mínima. Su amplio y bello templo es la casa común que atrae a millares de personas, sobre todo los domingos. Provienen de todos los puntos de la ciudad y de los alrededores.
Cuenta con un laicado sólido, organizado en diversos servicios pastorales: un consejo parroquial con 35 miembros, 80 lectores, 90 ministros de la eucaristía, 120 monaguillos (ellos y ellas), 2 coros (adultos y niños), 43 catequistas para primera comunión, confirmación y catequesis de adultos. Otros 30 catequistas animan el oratorio.

Su proyecto de nueva evangelización se extiende a 6 sectores con 62 comunidades, con catequesis semanal y 2 misiones domiciliares al año.

jovenesLos jóvenes dan sorpresas. Antes de cada Jornada Mundial de la Juventud los periodistas comienzan a dibujar el evento con trazos deprimentes: que los jóvenes de ahora han dado la espalda a Dios y a la religión.

Luego el evento los deja mudos. No entienden qué resorte empuja a millones de jóvenes de todo el mundo a celebrar juntos su fe cristiana con entusiasmo desbordante y una profundidad por la que pocos apostaban.

Las Jornadas Mundiales de la Juventud son testimonio elocuente de la búsqueda intensa de espiritualidad que anida en los corazones juveniles.

familiaEsposo: Douglas Quijano, 41, periodista,
con Don Bosco desde séptimo grado.
Esposa: Noemí Cerón, 40 años, ingeniero industrial,
con Don Bosco desde hace 17 años.
Hijas: Paola (11) y María Fernanda (8),
ambas estudian en el Colegio María Auxiliadora.
Douglas: Una imagen de María Auxiliadora es su primer recuerdo escolar. Y la Virgen lo fue introduciendo al mundo salesiano. En 1993 se enrola en el movimiento ESCOGE. Ahora es Salesiano Cooperador. La espiritualidad juvenil salesiana lo envolvió de tal manera que, ante el desconcierto familiar, debía viajar una hora en bus cada semana para participar en la pastoral juvenil.

sacerdoteEstuve 19 años en la parroquia María Auxiliadora de Comayaguela, Honduras. Ahora me encuentro en la Parroquia Divina Providencia, en Guatemala. Aquí encuentro los mismos frentes y retos que tuve en Honduras.  

Esta parroquia es múltiple. Tiene sobre todo el servicio a los fieles con la nueva evangelización, en sintonía con la gran misión continental que propuso Aparecida. Trabajamos en equipos para abarcar todas las áreas.
Contamos con 10 sectores.  Cada movimiento (carismáticos, catecúmenos, cursillistas, ADMA, Salesianos cooperadores, etc) cuenta con dos o tres sectores asignados.  

obiscpoEl arzobispo de Santiago de Guatemala tiene una importancia moral ante la sociedad. Todos los problemas políticos, sociales y económicos vienen aquí al arzobispado.

Vienen  a mí muchas personas a pedir iluminación. Guatemala está en un periodo muy difícil. Hay mucha violencia. Como obispo debo ser una persona que llama a la unidad, concordia y fraternidad, no solo en las homilías, sino también ante los medios de comunicación.

Tengo a mi cargo el cuidado de 540 sacerdotes diocesanos y religiosos de las 147 parroquias de la arquidiócesis.