ANS Image Nueva York, septiembre de 2012.- en el Palacio de Cristal de las Naciones Unidas en Nueva York los salesianos han realizado un encuentro titulado "Responsabilizar a los jóvenes para cambiar la sociedad". Autoridades eclesiásticas, representantes de los gobiernos y de los Salesianos han presentado la eficacia e importancia del carisma salesiano para transformar a los individuos y las sociedades.

El evento se realizó en el marco de la 67 ª Asamblea General de la ONU y en la Reunión de Alto Nivel sobre el Estado de Derecho, gracias a la colaboración de la Misión Permanente de Observación de la Santa Sede y de la Misión Permanente de Honduras ante las Naciones Unidas. De gran ayuda fueron también don Thomas Brennan, sdb, representante de la Congregación Salesiana en las Naciones Unidas, y el Sr. Miguel Rimarachin, ex alumno salesiano, miembro del personal de la ONU.

En sus discursos de apertura, el embajador de Venezuela, Jorge Valero, y la de Honduras, Elizabeth Flores, se han referido al impacto positivo de las obras salesianas en favor de los jóvenes, especialmente de los pobres, marginados o problemáticos - en sus propios países y en América Latina, en particular mediante la educación. El embajador Valero señaló que la UNESCO considera a los salesianos "la mayor agencia educativa que existe en la actualidad".

En su papel de Presidente de Caritas Internationalis, el cardenal salesiano Oscar Rodríguez Maradiaga, presentó la promoción eficaz de los jóvenes como elemento de transformación en todo el mundo. Citando ejemplos de proyectos salesianos y Cáritas, habló con entusiasmo acerca de la generosidad de los jóvenes. Señaló que muchos chicos y chicas dan en el voluntariado tiempo y talentos para mejorar la vida de los demás. La transformación de la sociedad, dijo el cardenal, a menudo comienza con el entusiasmo, el fervor y la creatividad de los jóvenes, que nos estimulan a ver las cosas de una manera nueva y acercarse a la vida con pasión y dedicación.

A continuación habló el Ecónomo General de la Congregación Salesiana, el coadjutor salesiano Jean Paul Muller, con una amplia experiencia en el campo de los proyectos de educación y desarrollo. El sr. Muller ha destacado una serie de ejemplos concretos y buenas prácticas desarrolladas por los salesianos en el mundo que permiten a los jóvenes escapar de la trampa de la pobreza y vivir libres de la necesidad y el miedo. Hizo hincapié en la pedagogía del trabajo e instó a ayudar a los jóvenes a ganarse un estipendio y a gestionar los recursos financieros con atención, conciencia y justicia.

La espiritualidad es un valor fundamental de la perspectiva salesiana. Despertar una apertura a Dios, a Su obra y Su presencia en la vida de individuos y sociedades es esencial para fomentar la confianza y la responsabilidad de los jóvenes. Hay que animar a los jóvenes a desarrollar su vida espiritual, sin proselitismo. La experiencia salesiana de trabajo en culturas donde el cristianismo es la religión más difundida, ha aumentado el conocimiento de la espiritualidad entre los salesianos y la conciencia de la necesidad del diálogo interreligioso.

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