FamiliaSalesianabuttonMisionesBotonSantidadSalesianaBannerCDBBUtton

Mi pirmera graduación En pocos días José Alejandro culminará su primer ciclo de vida académica.  Se gradúa de preparatoria y aunque yo ya tuve mi graduación, siento ésta como mía y la estoy gozando y saboreando con él, pues ha sido un camino que hemos recorrido juntos, como familia, los cuatro Cabrera, Lucy, Raúl, por supuesto José y yo.

Como su madre, me siento llena de orgullo y de felicidad, pues han sido 3 años llenos de intensas emociones, buenas y malas y puedo decir que toda la familia esta regocijada con él, pues de los pequeños pasos se hacen los grandes caminos.

Recuerdo como si fuera ayer cuando lo lleve a hacer su examen de ingreso, tenia menos de 4 años, él no quería soltar mi mano, ni yo la de él. Aun no hablaba con claridad, era huraño e impaciente. Lloró todo su curso de verano y la primera semana de clases, sin embargo conforme paso el tiempo se adaptó y encariño de su kínder, su maestra y sus compañeros, tanto que al terminar las clases se aburrió rápido de las vacaciones.

El año siguiente trajo mas complicaciones, pues fue diagnosticado “hiperactivo”, pero me demostró que eso no seria una barrera, al contrario, el sobreponía sus responsabilidades a sus deseos, se afanaba en realizar sus tareas, yo miraba su esfuerzo día a día, y la disciplina lo llevó a ser un niño comprometido y tenaz en sus estudios. Memorizaba sus exposiciones con gran facilidad y siempre quería hacer más y más. Cuando tenía exámenes estudiábamos empiernados en la cama, pues se sentía más relajado y por más raro que parezca, funcionó el método.

Este año inició con gran entusiasmo, pues tenía muchas expectativas, aprendería a leer, aprendería a sumar, a restar, seria parte de los niños mayores del kínder y formaría parte de la banda de la institución, esos eran sus anhelos y hoy verlo cumplirlos me da esperanza para creer que el cielo no tiene limites, que lo que quiera en esta vida lo va a cumplir y a mi me compromete a seguir con él, a apoyarlo e incentivarlo, a recordarle con frecuencia que, paso a paso y de la mano de Dios, no hay nada que no pueda lograr. Y no solo él, también a mi princesa, pues pronto iniciara este camino.

Estoy muy emocionada de compartir esto con ustedes, pues es un gran acontecimiento en la vida de mi hijo y sé que todo padre o madre comprenderá y compartirá conmigo esta dicha. A Dios le agradezco estos 2202 días de vida de mi querubín y le pido vida para poder estar en su próxima graduación.

Compartir