El padre Salvador Cafarelli llegó al mundo salesiano de Centro América procedente de Italia, su tierra natal. Con su vida fresca – 17 años – albergaba ansias misioneras en su corazón de joven salesiano.

Se estrenó como salesiano profeso en Ayagualo, El Salvador el año 1962. Diez años después culminó su formación salesiana con la ordenación sacerdotal en Guatemala.

Su proyección apostólica tuvo como escenarios varias obras salesianas en Nicaragua, Guatemala, Costa Rica y El Salvador. Además, se le encomendó tareas de animación salesiana a nivel centroamericano, primero en la pastoral juvenil y comunicación social, y después en la administración provincial.

De una personalidad particularmente rica, desbordaba alegría, optimismo y buen humor, cualidades que le abrieron el acceso a los corazones de innumerables jóvenes. Amigo de todos, sabía crear en torno a sí un ambiente cálido y fraterno. Son famosos sus chistes inagotables y su ingenuo arte de prestidigitador.

Detrás de su alegría algo estrepitosa se escondía el hábil empresario que supo impulsar grandes proyectos de desarrollo en el mundo salesiano centroamericano.

Un cáncer implacable socavó en poco tiempo su robusta salud física. Murió en Italia, cerca de su familia.