Madrid, junio 2012.-  En este fin de semana la Familia Salesiana de Madrid se ha reunido en la obra del Paseo de Extremadura de Madrid para decir adiós a Don Bosco, que ha estado visitando las obras salesiana de España desde el pasado 6 de junio. La reliquia del santo turinés estará de retorno en España en el mes de septiembre.

Desde el sábado 23, en la víspera de la fiesta de San Juan Bautista, día en que Don Bosco celebraba su onomástica cada año con los chicos del Oratorio, más de un centenar de miembros de la Familia Salesiana de Madrid se daban cita en un último homenaje al fundador.

El primero acto consistió en una Vigilia de Oración en la que se hizo memoria de la vida y la figura de Don Bosco, a través de la lectura de diversos episodios de las Memorias Biográficas, jalonados por testimonios de varios miembros de los distintos grupos de la Familia Salesiana, los cuales recogían la experiencia vivida por ellos durante estas tres semanas de peregrinaje de la Reliquia por nuestras casas. El último de los textos leídos, dedicado a las Misiones, sirvió a su vez para presentar a los 6 nuevos voluntarios que partirán este verano a tierras de misión, enviados por la Inspectoría de Madrid.

Posteriormente, el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, presidió una breve Liturgia de la Palabra que giró en torno al tema del Buen Pastor. “Don Bosco se dio cuenta de que para sacar adelante el proyecto educativo-pastoral que tenía en mente era necesario implicar a muchas personas: (…) Y esa implicación continúa hoy”, añadía. “Consideraos dichosos de colaborar en la tarea de San Juan Bosco: es un gran servicio a la Iglesia y a la sociedad” señalo el Nuncio.

El domingo en la mañana, Mons. César Augusto Franco Martínez, obispo auxiliar de Madrid, presidió la Eucaristía de clausura de la visita de la Reliquia, concelebrada por un nutrido grupo de sacerdotes salesianos. En su homilía, Mons. Franco establecía un paralelismo entre San Juan Bautista y San Juan Bosco, usando como referencia las últimas palabras del evangelio del día: “La mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba”. El obispo aplicaba también estas palabras a la figura de Don Bosco, que ya preveía en su sueño, a la temprana edad de 9 años, el plan que Dios tenía preparado para él.

El momento más emotivo de la mañana se producía al final de la misa, cuando la urna con la imagen de Don Bosco recorría el pasillo central de la iglesia, entre la ovación de los asistentes, para dirigirse al camión que definitivamente lo trasladará a otros lugares, para seguir suscitando – como recordaba ayer, en su despedida, el Inspector de Madrid – “nuevo entusiasmo en otras partes del mundo, como lo ha hecho en nuestras casas. Aquí nos queda su Espíritu que nos seguirá alentando”.

La urna vuelve de nuevo en África donde pasará por las circunscripciones salesianas de : África Meridional (AFM), Zambia-Malawi-Zimbabue-Namibia (ZMB), Angola (ANG) y Madagascar (MDG); en septiembre retornará en España para completar la peregrinación en las Inspectorías de Sevilla,  Valencia y Barcelona.