Blog El Padre Luis dice

La libertad debe ser entendida como poder de descubrir y reconocer el Bien y las normas correctas de conducta; y no como poder individual para decidir yo lo que es bueno y lo que es malo.La sociedad contemporánea ha descendido muy abajo en la problemática moral. Dicha problemática se puede expresar con estas preguntas:

La Iglesia es madre y convoca a todos sus hijos. (Papa Francisco) / Fotografía: CathopicTodo el que quiera conocer la postura católica con respecto a las personas que sienten atracción por el mismo sexo, así como el juicio moral sobre los actos homosexuales, puede acudir fácilmente al Catecismo de la Iglesia Católica editado por Juan Pablo II en el año 1992. En los numerales 2357 al 2359. Está en internet.

El misterio de la castidad de Jesús es el misterio de su amor y de su pasión y muerte. Fotografía: Cathopic.El mismo Jesús, que reafirmó la doctrina sobre el primer matrimonio nacido del Creador en el libro del Génesis 1 y 2, y el mismo Jesús que en el Nuevo Testamento elevó esa institución matrimonial al rango de sacramento de la nueva alianza, ese mismo Jesús, no se casó. ¿Por qué?

afectEstá en nuestras manos asumir o no cada sentimiento. Esto es lo propio de una persona madura.¿Qué son los sentimientos? ¿Qué hacer con ellos? ¿Tenemos que dejarnos llevar por los sentimientos? ¿Podemos dominarlos? ¿Cómo se relacionan con la felicidad?

Algunos gobiernos aprueban el ‘divorcio exprés’: cualquier trámite es más complicado que divorciarse. No se le ocurra a nadie irrespetar un contrato laboral o comercial. En cambio, burlar el contrato matrimonial a nadie importa.El matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer constituye la célula natural básica de la sociedad. ¿Son conscientes los gobiernos de su responsabilidad en la defensa de los valores familiares? Gastan enormes sumas de dinero en atenuar las consecuencias dolorosísimas del uso irresponsable y promiscuo de la sexualidad por parte de los ciudadanos. Pero los gobiernos no trabajan en prevenir esas consecuencias atacando las raíces.

¿Quién puede permanecer indiferente ante su persona cuando nos muestra en qué consiste la salvación? ¿Nos hemos puesto a pensar lo que implica que Jesús haya pretendido que con él ha llegado el Reino de Dios tan esperado por la humanidad? ¿La pretensión de ser él mismo el Reino de Dios en persona?