IgorVetushko Que piensan los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano MJS

¿Qué es para ti una discapacidad?
Una cualidad fuera de lo común.
Falta de alguna facultad física o mental.
Condición especial en el cuerpo o la mente que genera ciertas limitaciones.
Impedimento físico o mental en el desarrollo de la persona.
Una barrera que determina la sociedad.
Una manera de vivir y superar las cosas en todo momento.
Una condición que requiere más esfuerzo para hacer las cosas que para otras personas son más fáciles.

 

Aunque no conozcas a ninguna persona con discapacidad, ¿has pensado alguna vez en esa realidad?, ¿qué te ha hecho pensar en ello?

60% de los chicos del MJS no conocen a alguna persona con discapacidad; sin embargo, el 93% de ellos ha pensado alguna vez en esta realidad. Estos son sus testimonios:

  • “Este tema es delicado, vivir una discapacidad puede llevar hasta la depresión”.

  • “Las personas minimizan a quienes padecen alguna discapacidad, creen que son incapaces de hacer muchas cosas, cuando sí pueden hacerlo”.

  • “Cuando veo alguna persona con discapacidad me hace pensar en lo que sentirán al ver que algunas cosas se les dificulta y que para la mayoría no es así”.

  • “Considero que las personas con discapacidad son muy fuertes y valientes, nos hacen ver que la vida es bella; que una discapacidad no te limita a ser capaz de hacer cualquier cosa”.

  • “Tengo un amigo que es como un hermano para mí, él tiene enanismo. El tema de su estatura ni siquiera es tema de conversación entre nosotros, él hace sus cosas y, para las que no puede hacer, busca una solución: alcanza las cosas que están en lo alto a su manera, enciende las luces a su manera, entre otros. Mi trato hacía él no es diferente solo por ser pequeño, yo estoy para él y él está para mí, no porque es “pobrecito” y pequeño, sino porque en eso se basa la amistad. Sin embargo, es frustrante para mí notar cómo la gente lo ve con cara de miedo o asombro, murmurando cosas entre ellos. Él siempre nota mi molestia y me dice: “No hagas caso, ya estoy acostumbrado”. Pero ni siquiera disimulan”.

  • “Mi mamá tuvo un accidente y quedó siendo usuaria de silla de ruedas. Creí que mi vida había cambiado para mal. Al inicio fue difícil, pero ahora mi mamá es una mujer muy independiente. Mi vida realmente cambió, pero no para mal, gracias a esta situación conocí mi vocación y profesión”.

 

  

¿Hay alguien en tu familia que tiene alguna discapacidad?
¿Cómo enfrentan esta situación como familia?

El 40% de los chicos del MJS han manifestado que en sus familias hay un miembro con alguna discapacidad.

Como familia enfrentan esta situación de diversas maneras:

  • Manteniendo una actitud positiva.

  • El trato es igual  que con cualquier persona, porque se cree en sus capacidades.

  • Se aprende a ser independiente desde esta situación.

 

¿Qué mitos o prejuicios has escuchado sobre las personas con discapacidad?

“Son personas incapaces de hacer cosas básicas”.

“Son personas que no pueden tener una vida normal, que necesitan de mucha ayuda o no se les puede dejar solos. La típica frase del ‘pobrecito, pobrecita’”.

“Son personas raras, un estorbo”.

“Son personas que están mal y no hay nada que se pueda hacer para ayudarlos”

 

 

¿De qué manera crees que la sociedad está incluyendo a las personas con discapacidad?

Algunos de los jóvenes del MJS consideran que se les incluye:

A través de programas de inclusión.

A través de políticas de accesibilidad, de leyes que protegen sus derechos.

A través de oportunidades laborales para las personas con discapacidad.

Otros consideran que no se hace mucho y que las acciones que se realizan no son suficientes para una verdadera inclusión, ya que se limita solo a la creación de infraestructura, pero nada más.
O solo se centra en una discapacidad sin tomar en cuenta las demás.

 

 

¿Qué puedes hacer tú para aportar a la inclusión de las personas con discapacidad?

Estudiar, entender y aplicar los programas de inclusión que la sociedad ofrece.

Respetar a las personas con discapacidad.

Aprender lengua de señas y braille.

Tratarlos como se trata a cualquier persona, verlos como personas capaces de ser independientes.

Educar a los pequeños de casa al respeto e inclusión.

Involucrar a las personas con discapacidad en nuestras actividades.

Apoyar los movimientos que luchan por la inclusión en la sociedad.

Divulgar e instruir a los demás sobre qué son las discapacidades y qué podemos hacer para promover la inclusión.

 

 

Este artículo está en:

Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
Edición 260 Noviembre Diciembre 2022

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