busqueda Caín, asesino de su hermano Abel: «¿Acaso yo soy guardián de mi hermano?»


Job: «¿Acaso el que me formó en el vientre no lo formó también a él y nos modeló del mismo modo en la matriz?»


Tradiciones judías: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». El prójimo son los connacionales.


Jesús: «Traten en todo a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque en esto consisten la Ley y los Profetas.» «Sean misericordiosos así como el Padre de ustedes es misericordioso».


Antiguo Testamento: «No maltratarás ni oprimirás al migrante que reside en tu territorio, porque ustedes fueron migrantes en el país de Egipto.»


Nuevo Testamento: «Toda la Ley alcanza su plenitud en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

«Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está y camina en las tinieblas».
«Quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve».

Frente a la tentación de las primeras comunidades cristianas de crear grupos cerrados y aislados, san Pablo exhortaba a sus discípulos a tener caridad entre ellos y con todos.
Parábola del buen samaritano: al amor no le importa si el hermano herido es de aquí o es de allá. Porque es el amor que rompe las cadenas que nos aíslan y separan, tendiendo puentes; amor que nos permite construir una gran familia donde todos podamos sentirnos en casa. Amor que sabe de compasión y de dignidad.

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Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
Edición 253 Septiembre Octubre 2021

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