CastroE 2 Se me ha pedido que escriba algunas experiencias acerca de mi vida como persona de la tercera edad.



Comparto algunos aspectos que me han ayudado en mi vida, como salesiano y como sacerdote.

Ante todo, en lo espiritual ha sido de gran ayuda la actitud de una espiritualidad oblativa, es decir, el ofrecimiento al Señor de todos los acontecimientos de mi vida, buenos y malos, éxitos y fracasos, problemas, momentos agradables o desagradables, etc.

En el ámbito humano, puedo mencionar el orden en la vida cotidiana, naturalmente sin ser esclavo de él; comidas a la misma hora, en lo posible; dígase lo mismo del descanso, evitar los desvelos innecesarios, establecer una agenda diaria; esto ayuda a hacer cada cosa a su tiempo practicando el “haz lo que haces.”

Otro aspecto: He sido consciente de que todos los lugares, comunidades y personas tienen aspectos positivos y otros no muy agradables, y que las sombras son inevitables y que, en algunos casos, se puede recabar beneficios. Por eso, la actitud ha sido siempre: este es el mejor lugar, esta es la mejor comunidad, estos son los mejores hermanos y, para no añorar tiempos pasados, estos son mis tiempos.

Otra dimensión que he tenido en cuenta ha sido la sensibilidad por la naturaleza: la vegetación, árboles, plantas, flores, en algunos casos con sus nombres científicos. Dígase lo mismo acerca de las aves, el embeleso de su canto, la variedad de sonidos emitidos por los clarineros, no digamos las melodías de los cenzontles, etc.

La música ha sido un ingrediente esencial en mi salud mental y emocional. Durante el Aspirantado pertenecía a la banda instrumental tocando el bombardino con toda el alma, algo que me costó dejar al entrar al noviciado.

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Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
Edición 254 Noviembre Diciembre 2021

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