29411681801 b24ed78633 o1024px Al adolescente lo tenemos que conquistar con la atracción de lo que le proponemos, con lo atractivo, fascinante, que le guste la actividad, la iniciativa. Porque el adolescente debe entusiasmarse. Al mismo tiempo le vamos a ir ayudando a pensar, a pensarse, a descubrir que Dios está en su vida, descubriendo que es bonito cuando se hace algo por los demás. Sin olvidar que tiene que ser un proceso gradual.

Ustedes, jóvenes, que en gran medida están moviendo el Movimiento Juvenil Salesiano siendo animadores y animadoras, son unos privilegiados. Tienen algunas oportunidades que el 90% del mundo no tiene. No solamente digo oportunidades de formación, sino también oportunidades de compartir.

Desde joven experimenté que hacer algo por otros era muy lindo, que dedicar algo de mi tiempo libre a otros muchachos me producía una inmensa alegría. Cuando uno hace la experiencia como esta, está haciendo la experiencia más hermosa de su vida. Cuando uno hace la experiencia de que la vida es donación, está haciendo la experiencia que le va a llevar a las puertas de una vida que puede ser feliz

Cuando un joven como ustedes ha experimentado en propia carne que, a pesar de que es sacrificado, cuando algo en lo que me doy me siento bien, feliz, imagínense cuando por ejemplo la vocación a la que Dios les llama sea el matrimonio. Cuando ustedes vivan su vida en el matrimonio como una vocación feliz, puede ser una auténtica experiencia de amor preciosa. Siempre y cuando no se encuentren con un caradura, egoísta y gordo, que solo piense en tomar cerveza y que ustedes le sirvan. O que los chicos se busquen una tipa que sea interesada.
Es hermoso cuando la persona con quien vas a compartir tu vida entiende que la vida es más bella cuando es donación. Entonces es fascinante. Cuando no es así, es una tragedia de vida, no se lo deseo a nadie.

Les pido como animadores que crezcan en la experiencia de donación y verán cómo nadie deja el Movimiento Juvenil Salesiano. O cuando lo deja será porque su etapa en el MJS pasó, porque eso no dura toda la vida. ¿Qué hace un tipo de cincuenta años en el MJS?

Hagan experiencias de donación y verán cómo uno tiene motivación para seguir durante mucho tiempo.
Los primeros que se benefician de ser animadores y animadoras son ustedes, porque esta experiencia que están haciendo no se puede comprar ni en dólares, tiene un valor incalculable. La experiencia que están haciendo de que Dios esté en su vida tiene un valor incalculable.

 

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