SAL01D ELSALVADOR-_1029_11-SDARC-141624 El mensaje del beato monseñor Romero puede ser escuchado con prejuicios. Algunos todavía lo rechazan. Es muy difícil escuchar un mensaje si el corazón no está limpio de este tipo de obstáculos. 

Es preciso remover los obstáculos para escuchar. Y entonces se escucha con el corazón puro, limpio de sentimientos negativos. Si tenemos odio, no podemos escuchar. Debemos escucharlo con el corazón. O sea, mirar con los ojos de Dios. Son los preámbulos para percibir bien y saborear el mensaje de Mons. Romero.

Para poder reconciliarnos necesitamos convertirnos. La beatificación de monseñor Romero es una acción de una iglesia como hospital de campaña que quiere sanar las heridas de los que todavía no se han sanado.

 

El mensaje del beato Romero no se puede domesticar. Su persona ha sido cuestionada, pero ahora queda ratificada por el magisterio pontificio. El papa Francisco dijo: Romero es nuestro.

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