La delegación de jóvenes salesianos de nuestra inspectoría que participaron en la JMJ Lisboa 2023 estuvo conformada por 188 integrantes de los 6 países, liderados por el P. Jean Paul Bethancorut.
Seis jóvenes nos cuentan la experiencia
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Mi jornada inició desde el momento en que el Papa Francisco anunció en Panamá que la próxima jornada sería en Lisboa. El momento más significativo fue vivir esta experiencia con miles de jóvenes convocados por el papa Francisco En esta jornada me he encontrado a mí misma. Ahora debo levantarme, anunciar como buena misionera y llevar alegría como nuestro padre Don Bosco. Vivir una JMJ es una experiencia increíble, es un encuentro de todos con todos, con la Iglesia joven y sobre todo con Cristo.
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Ser peregrina me enseñó que debo tener corazón dispuesto a compartir con otros la alegría de ser misionera. Que sepan que Dios está para nosotros esperando que tomemos su mano y nos acerquemos a Él.
La Iglesia es para todos. No nos sintamos excluidos. Ninguno sobra, todos son bienvenidos. |
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Entendí que no importan las diferencias de cultura, región o banderas: todos llegábamos con el propósito de acercarnos a Dios.
Entendí que no está mal tener dudas, que es normal formularnos preguntas. Las respuestas nos acercan al Señor. Como peregrino aprendí que es importante ayudar a los demás, cuidarnos los unos a los otros. En adelante seré más consciente de la realidad en la que vivo. Hay diferentes problemas. Lo importante es hacer el bien. Animo a todos a participar en la próxima JMJ. |
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Fue significativo encontrarme con los jóvenes y ver cómo todos buscamos a ese mismo Jesús que vive en nuestro corazón. Poder compartir esa felicidad y amor con tantos jóvenes hizo crecer mi alegría.
Comprendí que lo importante al caer es levantarse. Como peregrina debo deshacerme de lo que me impide seguir a Jesús para que mi camino sea más ligero. Abrí mi corazón para vivir ese gran encuentro. Comprendí que no estamos solos en el camino con Jesús. Somos miles de jóvenes que queremos salir a su encuentro. |
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Fue una vivencia espiritual fuerte porque me había preparado para estar con todos los jóvenes del mundo.
Me dí cuenta que no soy el único loco enamorado de Jesús Eucaristía, sino que hay miles de jóvenes, ancianos, niños, adultos cercanos a Jesucristo y nuestra madre María. Me ha llegado al corazón la invitación del Papa a hacer lío. Ser peregrino me ha hecho buscar respuestas a mis inquietudes.
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El griterío en el primer encuentro con el papa Francisco fue el signo del amor que Dios nos tiene.
Me impactó la invitación del Papa a tener coraje, pues Dios nos ama a todos a pesar de cualquier adversidad. Aprendí que en la vida habrá dificultades, pero también hermanos a nuestro lado ayudándonos, y que Dios está con nosotros. En adelante viviré con más alegría, aceptando como somos, y enseñando a quien está pasando un mal momento que Dios nos ama a todos. |
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