Ilustración: Nino MussioEl 1 de enero de 1873, Don Bosco, hablando a los chicos del Oratorio hizo fulgurar relámpagos de futuro: “Si tuviera que expresar lo que ahora me pasa por la mente, les describiría un gran número de oratorios esparcidos por toda la tierra, unos en Francia, otros en España, en África, en América y en tantos otros lugares donde nuestros hermanos trabajarán incansablemente en la viña del Señor. Esto ahora es solo una idea mía, pero pienso que puedo afirmarlo ya como algo histórico”.

conociendo a DBDon Bosco permanece en su puesto, entre sus muchachos: ese es el corazón de su misión como un sacerdote. Ante todo, la salvación de las almas mediante una vida vivida en gracia de Dios. Para guiar a los jóvenes hacia esa meta los invita a meditar:

CCSS1875 fue un año de muchísima actividad. Don Bosco tiene otro proyecto que se realizará en 1876: una especie de orden tercera, de benefactores de su obra, constituida por laicos y eclesiásticos que llevará el nombre de Asociación o Unión de Cooperadores Salesianos.

Los asociados contraen el compromiso de sostener de distintos modos a la Sociedad Salesiana y sus iniciativas, pero también de ayudar a párrocos y obispos en la catequesis y en la caridad. El primer cooperador será el mismo Papa Pío IX.

Mi pensamiento esta con los jovenesEl primer Oratorio sigue siendo la casa de Don Bosco, en la que piensa con afecto vehemente y con nostalgia cuando está lejos. Escribe a Don Rua: “Aunque aquí, en Roma, no me ocupe únicamente de la casa y de nuestros jóvenes, sin embargo, mi pensamiento vuela siempre a donde tengo mi tesoro en Jesucristo, mis queridos hijos del oratorio”.

Conociendo a DB 1“Quiero firmemente ayudar a la juventud más pobre y abandonada de esta ciudad, y especialmente de este barrio, pero necesito que usted me ayude con su apoyo económico”, así escribe Don Bosco al alcalde de Turín el 12 de diciembre de 1857. El dinero es siempre un problema: todos estos chicos no pueden ser atendidos solo con Padrenuestros, siempre hay que pagar “la factura del panadero”.

La comida está atendida todos los días por mamá MargaritaPara los muchachos, nacen en otoño de 1853 los dos primeros talleres de Valdocco: primero el de los zapateros, después otro para los sastres. Don Bosco quiere entretener en el espacio protegido del Oratorio a aquellos jóvenes más en peligro, ocupándose directamente de su aprendizaje.

conociendoDon Bosco ha cambiado también la didáctica religiosa: no solo conferencias y lecciones, sino diálogos y narraciones; es decir, la representación de la realidad antes que su transmisión mediante conceptos.