Un noviazgo suficientemente largo y bien llevado es la mejor garantía para un matrimonio exitoso. Lo repito: se trata de prevenir. Muchos esposos acuden en busca de consejo cuando tienen problemas. Pero, a veces, los problemas son ya tan grandes que la solución buscada resulta poco menos que imposible.

Antes de que surgieran los problemas, ¿en qué momento escucharon consejo? La mayor parte de las parejas, nunca lo hicieron. ¿Por qué deberían hacerlo si ellos ya sabían todo sobre el "amor"?

Al poco tiempo de casados, se dan cuenta de que realmente no estaban preparados para el matrimonio y la única salida que se les ocurre es el divorcio. Se han cometido tantos errores que la reconciliación parece imposible.

Aquí se aplica perfectamente el dicho popular: "Más vale prevenir que lamentar".
La mayor parte de las parejas llegan al matrimonio impreparadas. Esa es la realidad.

Hoy, la Iglesia Católica "obliga" a recibir un curso prematrimonial que sirve de mucho cuando se hace con verdadero interés (de forma que suscita un diálogo fecundo entre los novios), y no sólo para cumplir un requisito para la boda.

Pero todavía hay muchos matrimonios que se realizan a la ligera o por algún tipo de presión social. Son matrimonios que están abocados de antemano al fracaso.

Los mismos padres de los novios, que deberían mostrar más madurez, colaboran poco. Efectivamente, luego vienen los lamentos, cuando ya es tarde; cuando el tiempo no puede volver atrás.

Un noviazgo suficientemente largo y bien llevado es la mejor garantía para un matrimonio exitoso. Lo repito: se trata de prevenir.

No quiero asustar, ni mucho menos disuadir los jóvenes novios. Pero ellos deben conocer suficientemente el significado profundo y la dignidad del sacramento que van a recibir.

Si un sacerdote se prepara por años para el sacramento de la ordenación (y aún así hay dolorosas defecciones), ¿por qué no preparar con análoga intensidad el sacramento del matrimonio?

Si una joven se prepara por años para ser una buena secretaria, ¿no debería de realizar una preparación semejante para ser esposa y madre?

Un muchacho no piensa en solicitar el puesto de contador en una empresa, sin haber hecho antes los estudios correspondientes. ¿Por qué entonces pretende ser esposo y padre de manera improvisada? ¿Será más fácil ser madre o esposo que ser secretaria o contador? Evidentemente, no.

Quiero dejar la inquietud de que tal curso hay que hacerlo. Cuanto antes mejor. Antes de iniciar los gastos preparativos para la boda.

Sólo así la disyuntiva entre "¿nos reconciliamos o nos divorciamos?", se podrá enfrentar desde una perspectiva adecuada.

 

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