Es importante reconocer los fundamentos de cada modelo social. Modelo basado en principios

  • Se cree en la existencia y el valor de la Verdad.
  • La verdad lleva a la libertad.
  • Cada derecho tiene su correspondiente obligación.
  • Hay que fortalecer la institución familiar, como célula básica de la sociedad.
  • Hay que recuperar la verdad sobre la naturaleza de la persona humana y su dignidad.
  • Hay que reconocer la importancia de las convicciones religiosas.
  • El trasfondo es judeo-cristiano, aunque no exclusivamente.
  • La fe en Dios es el último baluarte de resistencia al relativismo.

Ejemplo del aborto: Los creyentes estiman que el aborto no debe ser permitido por el Estado, ni siquiera en las primeras fases de la gestación, porque implica la aniquilación de un ser que es imagen de Dios (y posee por tanto dignidad) desde el instante de la concepción.

Modelo relativista-materialista

  • Es un relativismo inconsecuente porque no relativiza sus propios contenidos.
  • La ética consiste en convencionalismos sociales, preferencias individuales, no susceptibles de fundamentación racional.
  • Supresión de obligaciones y responsabilidades.
  • Los principios, las creencias y las convicciones limitan la libertad individual.
  • Creación de numerosos falsos derechos en base a deseos individuales.
  • Manipulación del lenguaje.
  • Se extiende a todos los países y traspasa las ideologías y partidos políticos. No es exclusivamente de izquierdas.
  • Es agnóstica, materialista o atea.
  • Cree que el bienestar alcanzado por nuestros abuelos es algo que merecíamos de manera natural, sin tener que hacer ningún esfuerzo para mantenerlo merecerlo o conservarlo.
  • Quienes defienden principios y valores son dogmáticos.
  • Ya es un proyecto político en muchos países.
  • La verdad no existe o es inalcanzable. Se ha perdido la confianza en la razón humana.
  • El mayor enemigo son las convicciones religiosas. Se magina y excluye la religión de la vida pública.
  • Redefinición del matrimonio. Nuevos modelos de familia. Feminismo radical. Devaluación de la maternidad.

Ejemplo del aborto: Para los no creyentes, el aborto no es éticamente objetable, pues solo implica la eliminación de un ser que, no poseyendo aún inteligencia, sensibilidad ni viabilidad independiente, no es, en definitiva, más que un agregado de células, mucho menos complejo que otros animales superiores a los que matamos cotidianamente.

Detrás de esa tesis hay toda una antropología filosofía materialista: el alma no existe; no somos más que materia complejamente organizada; no hay salto cualitativo entre el hombre y el resto del cosmos; surgimos por casualidad, por la acción ciego de combinaciones moleculares al azar; no existe un plan inteligente para el universo, puesto que no existe Dios.

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