El Salvador, Soyapango, julio 2011.- El viernes 22  la Pastoral Universitaria, realizó  la solemne ceremonia de Bendición de los crucifijos que serán colocados en todas las aulas de clases, laboratorios, y oficinas de funcionarios administrativos de la Universidad Don Bosco.

Por su importancia para comprender el profundo significado de esta bendición, les compartimos algunos extractos de la homilía que el P. Víctor Bermúdez-Yánez, sdb, Vicerrector Académico pronunció dentro del rito de la celebración litúrgica de los crucifijos:

Dentro de las exigencias cada vez más apremiantes del mundo de hoy, los hombre y las mujeres que vivimos la mayor parte de nuestra existencia en la Universidad como opción de vida religiosa y cristiana, creemos que, “el círculo más abarcador y profundo respecto a la lucidez exigida en los tiempos actuales es el círculo de la vida de la fe. Esto es lo que define a una Universidad Católica” y, por ende, también a una Universidad Salesiana; …es el momento de inagotabilidad de significaciones. Es el momento de la novedad permanente y por tanto también el momento de la creatividad permanente”. Creatividad que debe ser constante, adecuada a las exigencias temporales; pero que muchas veces también exige una buena dosis de paciencia, trabajo silencioso, tiempo y dedicación.

Si hay una universidad que debería ser permanentemente creativa en este sentido, ante las exigencias y los signos de nuestro tiempo, es la Universidad Salesiana; la cual debe ser una universidad que se nutre finalmente de la vida de la fe…

Es decir, queridos hermanos y hermanas, que el signo del crucificado en una Universidad como la nuestra, en medio de un mundo que cada vez más reduce la vida y la visión de fe al ámbito de lo individual y privado, es una expresión clara y patente del “desafío que tenemos como Universidad Salesiana en hacer surgir desde las propias disciplinas, desde las propias profesiones y competencias científicas y tecnológicas, esos grandes temas o cuestiones – que, en definitiva, se resumen en la cuestión del ser humano – que yacen, de manera explícita o implícita, en el corazón de los docentes y estudiantes en cada una de las disciplinas que desarrollamos en nuestra Comunidad Educativa Universitaria Salesiana”.

Esto, hermanos y hermanas, es una forma universitaria de evangelizar; y, por ello, de prestar una importante ayuda a la Iglesia en su misión evangelizadora como nos lo dicen nuestros Obispos Latinoamericanos en el Documento conclusivo de Aparecida, ya que “las actividades fundamentales de una universidad católica deberán vincularse y armonizarse con la misión evangelizadora de la Iglesia” (Ap. 341).

Procedamos, pues, a invocar la presencia del Espíritu Santo en medio de nosotros, para que la bendición de estos crucifijos, signos visibles de nuestro Señor Jesucristo, nos recuerden constantemente nuestra inmensa tarea cristiana en medio de la ciencia, la tecnología, la cultura y las artes; y su visión fortalezca la misión evangelizadora encomendada por la Iglesia a todos nosotros de ser hombres y mujeres entregados a la búsqueda humilde, sincera y apremiante de la verdad.