RM-en-Gua-1 El 5 de noviembre del 2014 comenzó la breve visita a Guatemala de Don Ángel Fernández Artime, Rector Mayor de los Salesianos. La mañana de ese día estuvo dedicada a una sesión con el inspector, padre Alejandro Hernández y el consejo inspectorial.

 

En horas de la tarde la cita fue con representantes de la Familia Salesiana. Acudió también una delegación proveniente de la cercana república de El Salvador.

En un salón abarrotado de entusiastas salesianos y salesianas, el Rector Mayor se dirigió a los presentes con un mensaje cálido, fraterno y familiar. Don Ángel puso de relieve la necesidad de ser testimonios vivientes de la santidad salesiana, con especial énfasis en la presencia constante entre los jóvenes, contagiándoles de la alegría y la esperanza propias de Don Bosco.

Insistió en la comprensión realística del servicio educativo pastoral de cada salesiano, quien nunca podrá resolver los grandes problemas de la humanidad, pero que, si logra influir positivamente en la vida de un solo joven, valió la pena su vocación.

En un segundo momento, Don Ángel ofreció la oportunidad de dialogar con los presentes mediante preguntas y respuestas. Estas giraron sobre diversos aspectos de la vocación salesiana y su concreción apostólica en las circunstancias propias del país, como las condiciones de violencia que afectan sobre todo a los jóvenes. Otras se refirieron a aspectos particulares de la vida del Rector Mayor.

Con lenguaje ameno y vivaz, don Angel expuso criterios básicos de vida y acción de toda persona llamada a integrar la Familia Salesiana.

Luego de esa extensa y amena conversación con los asistentes, el Rector Mayor accedió a una sesión de fotos, esperada por todos. 

Movidos por un cariño algo caótico, todos trataban de perpetuar gráficamente ese encuentro con el Padre común, que se había ganado definitivamente su corazón.

El siguiente día estuvo dedicado a los salesianos en formación inicial. A mediodía se encontró con los salesianos coadjutores que reciben el curso bienal de formación específica en el Centro Regional de Formación del Salesiano Coadjutor CRESCO.

Allí se encontró con siete coadjutores provenientes de El Salvador, Brasil, Argentina, Perú y México, más el equipo formador. Según juicio expresado por el Rector Mayor, este centro es una de las joyas de la congregación.

 

Por la tarde se reunieron en el posnoviciado salesiano todos los salesianos de Guatemala, tanto los que están en fase de formación inicial como los que trabajan en varias obras educativas del país y de El Salvador.

En un ambiente de intimidad familiar, el Rector Mayor expuso las sombras y luces de la congregación salesiana. Además, exhortó a todos a vivir con intensidad la misión salesiana, dedicándose totalmente a los jóvenes.

Don Ángel animó a la inspectoría a cultivar la esperanza y a trabajar corresponsablemente con los laicos. Destacó que la inspectoría tiene riquezas enormes como, por ejemplo, el significativo número de vocaciones jóvenes.

Concluyó el encuentro con la celebración eucarística en agradecimiento por los cincuenta años de existencia del posnoviciado. Junto al Rector Mayor, quien presidía la misa, asistieron tres obispos salesianos: monseñor Oscar Julio Vian, arzobispo de Guatemala, monseñor Mario Fiandri, vicario apostólico de El Petén, y monseñor Elías Bolaños, obispo de Zacatecoluca, en El Salvador.

En la cena de despedida al Rector Mayor, reinó el ambiente de familia con cantos y un cálido ambiente fraternal.

El 7 de noviembre viajó Don Ángel Fernández hacia Venezuela.

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