banner noticias panama

Durante la última Semana Santa, varios de ustedes se sumergieron en misiones en Centroamérica, llevando consigo la luz del Evangelio y brindando apoyo a comunidades necesitadas. Hoy, compartimos una historia inspiradora de uno de aquellos que dedicaron su vida al servicio de los demás.                                                                                                         

Así como la experiencia de Johanns Villar también queremos conocer tus propias vivencias misioneras, comparte tu historia con nosotros.

Experiencia de joven misionero del MJS de Panamá

Johanns Villar, 21 años del Grupo Juvenil María Auxiliadora (MJS) – Acólito

¡Una vivencia de fe gratificante! Así doy inicio a un largo viaje de cinco días a la zona misionera de El Real de Santa María y Río Tuira en Darién, en donde participé como    misionero del MJS en Semana Santa, en tierras donde el paso de los años parece nunca haber llegado.

Al llegar me encontré con un pueblo muy distinto a las vivencias de años anteriores narradas por otros misioneros, con gente muy cálida y hospitalaria, con una acogedora iglesia dedicada a San Fernando, con niños acompañándonos desde que salía el sol hasta que se desvanecía. Increíbles experiencias de comunidad, de fe y de entrega que viví a las orillas de ese hermoso y tranquilo río Tuira, en donde, agotados por el largo día, nos bañábamos en él a las doce y media de la noche. Con el acompañamiento del padre Claudio Guerrero, encargado de la zona misionera.

Los demás jóvenes y yo pudimos vivir lo bello de experimentar la entrega de la iglesia en un lugar extremo y lejano. Alegría y emoción para todos fue ver como los niños participaban de las catequesis y dinámicas, y como el pueblo asistía a las celebraciones de la palabra, a las misas y a las devociones de Semana Santa como el Vía Crucis y procesiones. Al finalizar el día, sentía una satisfacción enorme por las actividades realizadas. Algo que también nos llenó de gozo fue visitar

comunidades indígenas lejanas, como Mi Pueblito y Bajo Lepe, en donde la fe católica sigue permanente gracias a delegados de la palabra como el Sr. Joaquín y “Chavito”.

Finalizo con un especial agradecimiento a la Sra. Luzmary por recibirnos todos los días en su hogar. La verdad es que detrás del cansancio de la entrega a estos pueblos está el gran agradecimiento por todas las experiencias de fe vividas en estos días como misioneros.

Así como la experiencia de Johanns Villar también queremos conocer tus propias vivencias misioneras, comparte tu historia con nosotros. Envía tus relatos, fotos y reflexiones a Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. para inspirar y ser inspirado por obras de fe y solidaridad. ¡Gracias por unirte a esta emocionante aventura misionera!

Compartir