David PanesoEscuchar es un arte. Necesitamos ejercitarnos en el arte de escuchar, que es más que oír. Lo primero, en la comunicación con el otro, es la capacidad del corazón que hace posible la proximidad sin la cual no existe un verdadero encuentro espiritual. Por eso el don de la palabra, especialmente en las relaciones personales, ha de tener su correspondencia en la ‘sabiduría de la escucha’.

Un tiempo estaba confundido con mi fe. Decidí hablar con un Hermano Salesiano del colegio. Su disponibilidad para atenderme me inspiró confianza.

monaguilloAño 2013: Walter Solís y Félix Vallejos, salesianos jóvenes, me invitaron a ser monaguillo. Todavía no conocía a Don Bosco. Desde entonces ambos se convirtieron en hermanos y guías para mí. Posteriormente llegó otro joven salesiano, Oscar Aguilar, quien me ayudó a afianzar mi fe como cristiano y seguidor de Don Bosco.

Me gustaria hablar contigoAcoger a los jóvenes: esto es una tercera cosa un poco difícil.

En el colegioMi padre escogió para mí el Instituto Salesiano San Miguel porque quería una educación íntegra y enfocada en valores. Yo no sabía nada de Don Bosco, pero lo fui conociendo poco a poco. El Padre Carlos Paniagua me entrevistó como lo hacía con cada alumno nuevo de primaria. Entre tanta pregunta, me lanzó una provocativa: - ¿A qué equipo de futbol nacional le vas? Mi respuesta fue inmediata: - Al Motagua.
Y él: – Como todo buen salesiano.

MarioEstaba iniciando la Cuaresma del año 2016. Yo buscaba matricularme en una carrera en el Centro Juvenil y no sabía a quién dirigirme. El padre Mario Rodríguez se me acercó y me me ayudó amablemente.

Comparto el amor por la musicaEn cierta ocasión sentía que mi corazón reventaba por no expresar lo que se acumulaba en él. Creía que nadie podría comprender lo que afectaba mi vida, pero pensé que necesitaba externarlo.