Escribo con asombro y un poco de preocupación porque tengo una certeza: la inteligencia artificial es una realidad, está entre nosotros y es muy fácil hacer uso de ella.
Un día cualquiera escuché risas de mis compañeros de trabajo quienes pedían a una robot que les escribiera textos que acompañen publicaciones en redes sociales. Se trata de Chat GPT, un sistema de chat con inteligencia artificial (IA) capaz de responder a cualquier cosa.
Chat GPT es una IA entrenada para sostener conversaciones de forma natural como si hablaras con un ser humano extremadamente sabio. Este modelo de lenguaje fue desarrollado por la empresa OpenAI que contiene más de 175 millones de parámetros, entrenado con cantidades extensas de texto para poder contestar, traducir y generar texto.
Esta IA se alimenta a base de texto, es decir, entre más preguntas recibe, más información añade a su base de datos, para preguntas futuras. Lo impresionante de este chat es que ofrece respuestas correctas y completas, incluso si se necesita procesar varios párrafos. Además, con textos únicos, es decir, no los encontrarás en un buscador de la web.
Cualquier estudiante puede pedir que realice un ensayo de dos páginas sobre el Quijote de la Mancha y ChatGPT lo hará más rápido que una búsqueda en Google. muchos están diciendo que podría ser el fin de estos buscadores, ya que ofrece una respuesta rápida y mucho más acertada.
No es infalible, puede cometer errores, por lo que sus respuestas deben ser cotejadas o revisadas para hacer uso de ellas. Aún con este margen de error, su efectividad es asombrosa, tanto que en en USA podrían prohibir su uso a estudiantes.
Aunque esta IA es muy potente, todavía no lo sabe todo. Hay temas en que no es precisa, sobre todo si se trata de conceptos. En unos años y con el uso masivo se irá corrigiendo y llegará a tener una mayor precisión.
Algo a tener en cuenta es que todo lo escrito queda registrado y podrá ser usado por los desarrolladores de OpenIA. Si deseas utilizar esta herramienta, no compartas información personal ni hagas peticiones que podrían ser tomadas como delictivas.
Usarla es muy fácil. Ingresas al sitio web chat.openai.com, te diriges a login y haces tu cuenta. Al entrar, verás una barra de chat como cualquier otra y puedes comenzar a preguntar lo que quieras. Entre más ingenioso seas para preguntar así serán las respuestas.
Admito, con un poco de vergüenza, que intenté entrar varias veces para pedirle que escribiera este artículo, y así, demostrar su uso. Pero, al cierre de esta nota, el chat seguía al tope de su capacidad. Seguramente estaba siendo usado por estudiantes, periodistas, creadores de contenido y otros con mucha prisa por escribir.
Aunque ésta es una herramienta asombrosa y honestamente útil, me trae una gran pregunta: En adelante, ¿cómo sabremos qué tareas salieron del cerebro humano y cuáles de una IA? ¿Llegará este tipo de IA a suprimir puestos de trabajo de miles de redactores y periodistas? ¿Cómo sabrán los docentes qué trabajos vienen de un estudiante brillante o de una IA?
Nos tocará descubrirlo en un futuro no tan lejano.
Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
Tema del mes
Suscríbete a nuestro boletín electrónico y mantente informado de nuestras publicaciones
Suscribirse
Artículos relacionados