Guatemala, mayo 2012.- Con esta aclamación, derivada de la famosa frase nicaragüense por la fiesta de la Concepción, los fieles de la Parroquia San Juan Bosco saludaron a la Madre de Dios en su fiesta por ser Auxilio de los Cristianos.

La celebración dio inicio a las 19 horas, cuando Monseñor Rodolfo Mendoza, obispo auxiliar y Pro-Vicario General de Guatemala hizo su entrada en el Santuario María Auxiliadora para celebrar la solemne eucaristía. Concelebraron varios sacerdotes salesianos y animó el coro Hálito de Cristo, que dio mucho realce a la celebración.

Durante su homilía, el prelado destacó las bondades de María como singular auxilio y protección de los cristianos, característica que ha sido reconocida en Ella desde el siglo II. Hizo alusión a la confianza que Don Bosco depositó en ella e instó a la feligresía a invocar su ayuda en los momentos de necesidad.

Así también reconoció que la misa debería haber estado presidida por un obispo salesiano, pero que aceptó la invitación del párroco, P. Ernaldo Morales, por el cariño y admiración que le tiene a la congregación salesiana. Invitó a imitar el ejemplo del beato Juan Pablo II al ser “todo de María” y relató cómo Ella ha estado en toda su misión sacerdotal desde el inicio, ya que sucesivamente ha sido destinado a las parroquias de diferentes advocaciones de María: Nuestra Señora de las Victorias, Nuestra Señora de la Asunción y ahora Nuestra Señora de Guadalupe.

A continuación de la misa hubo un convite en el que danzó un “torito” con luces en el atrio del templo; una procesión de María Auxiliadora hacia el salón parroquial, fuegos artificiales para anunciar su entrada y la participación de la Marimba Kaibil Balam -una de las mejores en el país- para amenizar la velada. Los asistentes degustaron un delicioso tamal a la vez que cantaban y gritaban vivas a nuestra madre celestial.

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