San Salvador, mayo 2013.- Es un poco humillante, pero llegamos. Lo que (casi) todo el mundo hace desde décadas, para nosotros fue la primera vez. Es decir, armamos una videoconferencia desde del departamento de comunicación social, en San Salvador.

Zaida Navarrete y yo desde nuestra oficina, Alejandra Rodríguez desde Santa Tecla. Al sur, en Costa Rica, se conectaron los delegados locales y el delegado nacional: P. Ángel Roncero y Efrén Artiga (Cartago), Marvin Amores (Zapote, San José), Ligia Ovares (San José) y Fresia Méndez (CEDES de Alajuelita). Nos faltó Oscar Bennet (San Isidro) por razones de trabajo.

A las diez de la mañana comenzaron a aparecer los rostros felices de los participantes. Estábamos tan contentos como niños  estrenando juguete. Pero Zaida puso orden, entrando en acción. Uno por uno fueron elencando sus recursos materiales y humanos al servicio del proyecto de comunicación de su respectiva obra. Resultado: más que menos, todos cuentan con lo básico y con proyecciones de crecimiento.

Luego Zaida les explicó a todos lo que se espera de un delegado local para la comunicación social. Todos asintieron a las sugerencias y propuestas.

El encuentro virtual duró una hora. Funcionó mejor de lo que esperábamos. La conexión resultó limpia en audio y video. Temíamos un atascamiento en la red, pero no se dio.

Al final, los participantes fueron invitados a tomar un cafecito virtual.

Con la utilización de esta tecnología la inspectoría ahorró dos viajes aéreos en el mejor de los casos. Porque si los hubiéramos reunido en San Salvador, mejor ni calcular costos. Además, cero costos en el uso de videoconferencia mediante gmail (hangout, para los del oficio).