banner noticias costarica

ESCOGE Cartago. Costa Rica, Cartago, agosto 2011.- Por la mañana temprano llegaron al Centro Salesiano Santo Domingo Savio cincuenta muchachos y muchachas, tímidos, fríos, como pollos comprados.

La mayoría oscilaba entre 18 y 25 años de edad. Se notaba que nunca habían frecuentado una casa de Don Bosco. Pronto entraron en calor. Y tanto que, al día siguiente, en la clausura a las 8 pm., ya eran otros, no querían dejar el Centro Salesiano.

La amable acogida del asesor espiritual, P. Eduardo Castro, de los salesianos, de los líderes de ESCOGE José y Jenny, de las coordinadoras del FDS (Fin De Semana) Katia y Sofía, de los más de treinta servidores y las bulliciosas dinámicas de rompehielo de Sebastián y Jonathan, los hicieron pasar de la timidez a la más explosiva alegría. Y con este signo externo, comenzó la transformación en profundidad.

Llegaron las horas de la oración personal y grupal, de los temas y vivencias que insensiblemente llevaron a los jóvenes a entrar dentro de sí mismos y a cuestionar por el sentido de su vida. Las actividades del Poder de la Oración, la Ceremonia de la Luz y las cartas de sus familiares o amigos llevaron a muchos a la explosión del llanto. Y con las lágrimas, la conversión, la rendición ante la fuerza irresistible de la gracia. Sí, verdaderas conversiones, de algunos que antes no ponían un pie en la iglesia, que se burlaban de los curas, o conversiones incluso de gente sin bautismo porque venían de otras iglesias.

Cuando ellos y ellas llenaron la ficha solicitando participar en este intenso retiro no se imaginaban a lo que se metían ni quién los esperaba: el Espíritu de Dios que suavemente doblega las voluntades más rebeldes, haciendo borrón y cuenta nueva de su anterior vida de pecado. Al nombre de Jesús algunos vivieron las más fuertes emociones. Son las maravillas de la gracia.

Tampoco faltó en el retiro alguien que siempre había tenido una vida espiritual muy elevada, capaz de llegar (como en realidad sucedió el Domingo) al estado del alma devota con cierta suspensión de los sentidos que se siente en unión mística con Dios en la contemplación y en el amor. Y en este caso, las delicadezas y finuras del Espíritu en el alma.

 

{flickr-album}Type=Photoset, User=42822207@N06, Photoset=72157627516888726{/flickr-album}

Compartir