Costa Rica, Cartago, junio 2011.- El fin de semana, 11 y 12 de Junio, se celebró en la Obra Salesiana de Cartago el Retiro Espiritual de EPRE (Encuentro de Preadolescentes en el Espíritu). La finalidad era recibir nuevos candidatos para el grupo que desde hace años se reúne todos los sábados para deportes, comunicación interpersonal, pláticas de formación y educación en la fe.
Participaron 40 nuevos integrantes de 12 a 15 años de edad, quienes fueron alegremente recibidos y amablemente atendidos por otros 45 jóvenes y adultos de todo el Movimiento Juvenil Salesiano, como servidores, animadores de dinámicas, predicadores, instructores de talleres, etc. A estos servidores se añadió la excelente colaboración de numerosos padres de familia.
El Retiro fue intenso: sábado y domingo de 8 am. a 8 pm. Doce horas bien llenas cada día. Había sido preparado con mucho esmero y dedicación de tiempo y trabajo durante tres meses. Esto es más loable si se piensa que los 45 jóvenes que lo prepararon están haciendo estudios de bachillerato o de universidad. Alma y motor del mismo fueron naturalmente, lo dos coordinadores de EPRE: Los jóvenes Isaac González Marín y Sebastián Romero Vargas.
Los nuevos epristas llegaban bien dispuestos espiritualmente, gracias a la oración con la que se acompaña todo el proceso de preparación, a las entrevistas previas con los preadolescentes y sus padres y sobre todo, por supuesto, a la acción del Espíritu Santo en ellos.
Durante el Retiro, en la capilla está siempre expuesto el Santísimo. Grupos de servidores hacen oración y adoración pidiendo al Espíritu Santo que ilumine e inspire a los demás servidores en su apostolado. También reciben y acompañan a las “familias” de seis preadolescentes que se forman durante el Retiro y voluntariamente llegan a la capilla para unos minutos de recogimiento y reflexión delante del Señor.
Contribuyeron al éxito del retiro muchos recursos bien preparados y ejecutados por los mismos servidores juveniles: la oración, la alegría, las dinámicas escogidas a propósito, las pláticas, las actividades de “el poder de la oración”, del “lazarillo”, de “bajando estrellas” y la impresionante “ceremonia de la luz”.
Se coronó el retiro con la Eucaristía celebrada por el P. Director Eduardo Castro y seguida por el emocionante encuentro en el teatro de los padres de familia y sus hijos, en explosión de cantos, discursos y alegría juvenil.
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