Costa Rica, San José, junio 2011.- El espíritu de iniciativa y el dinamismo de un joven de la obra salesiana de Cartago logró reunir a 50.000 católicos, especialmente jóvenes, llenando completamente las graderías y áreas de juego del moderno y monumental Estadio Nacional.
Durante doce horas, en la noche del 30 de abril al 1 de mayo, el mencionado estadio, repleto de juventud, resplandeció en la capital de Costa Rica de donde salieron las ondas sonoras de cantos y alabanzas a Dios por la beatificación de Juan Pablo II.
Todo surgió de la idea e iniciativa de un joven de 23 años, José Andrés Rivera Rojas, quien también fue el coordinador general, alma y motor del evento, superado en América Latina solamente por México, que reunió 100.000 personas. Pero en la capital mejicana la concentración fue solamente de unas horas. En Costa Rica la celebración o vigilia con oración, coros, mensajes, predicación, etc., duró toda la noche, de 5pm. a 7am. y fue transmitida por radioemisoras y canales de televisión.
Presidió la Eucaristía el comboniano italiano Monseñor Vittorino Girardi, obispo de Tilarán – Liberia y antiguo alumno de las Hijas de María Auxiliadora en Italia. Le acompañaron mons. José Francisco Ulloa Rojas, obispo de Cartago y un centenar de sacerdotes.
¿Cómo se logró esta magna celebración? A principios de abril, viendo José Andrés que no se anunciaba nada al respecto, se comunicó por facebook con algunos jóvenes, escribió una carta y se la dejó en el domicilio del arzobispo de San José mons. Hugo Barrantes, que estaba ausente.
En ella le decía que si la jerarquía no pensaba hacer nada a nivel nacional, los laicos, especialmente jóvenes, podían hacerlo y que pensaban llenar el nuevo estadio. Para ello le pedía su bendición y la autorización de hacerlo en nombre de la Iglesia. Al día siguiente lo llamó el arzobispo y, después de advertirle de las dificultades que tendría para conseguir el estadio y la financiación de todo el evento, le dio su permiso. Solamente le pedía que Andrés integrara en la actividad al director de Radio Fides y al de las Obras del Espíritu Santo.
Con esta palabra vía telefónica, se formó la comisión central, con José Andrés como coordinador general, y los demás grupos, comisiones, coros etc., con tantos otros voluntarios que pronto aceptaron con entusiasmo la idea. La decoración de las áreas propiamente religiosas como altar, capilla del Santísimo y sacristía estuvo a cargo de la cartaginesa Sandra Monge, coordinadora nacional de la Asociación de María Auxiliadora, ADMA.
En tres semanas estaba montado el evento que fue todo un éxito nacional. Costó unos doscientos mil dólares, de cuya suma todavía deben una parte, la cual confían pagar pronto con actividades músico literarias.
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