P Jean Paul 1 Soy el P. Jean Paul Bethancourt, salesiano. Trabajo como animador pastoral en Costa Rica: Centro Santo Domingo Savio, en Cartago, y Centro Don Bosco, en Pérez Zeledón. Soy el responsable de la animación inspectorial del Movimiento Juvenil Salesiano de Centroamérica.

El inicio de mi viaje a Lisboa para la JMJ fue una locura. Veinticuatro horas antes de viajar estuve resolviendo asuntos pendientes en la casa. Viajé con ampollas en los pies porque estuve ayudando a varios jóvenes con sus maletas. Al llegar a Cascais, en Portugal, y encontrarme con la delegación de Centroamérica, inicié mi trabajo administrativo: horario, transportes, alojamientos de todas las delegaciones.

Después me abrí a la experiencia. Traté de vivirla acompañando cada día a una delegación de nuestra inspectoría. Estuve en el foro mundial de los salesianos con el Rector Mayor. Colaboré atendiendo confesiones en el parque del perdón. Descubrí la riqueza de fe de los jóvenes europeos, a pesar de que se piensa que en esos países la fe está un poco apagada

El mensaje de apertura de la JMJ me llegó al corazón. Estar envuelto en un contexto universal con tantas lenguas, culturas y escuchar al Papa decir: “Somos amados como somos, no como quisiéramos ser, como eres ahora y ese el punto de partida de nuestra vida”. A mí me explotó el alma al liberarme de la insatisfacción de no poder amarme y no sentirme suficiente. ese mensaje de esperanza tan potente, ayuda a crecer desde la realidad.

Ahora, de regreso a la realidad, debo seguir trabajando por la unión de los jóvenes de mi inspectoría. Uno de mis compromisos como peregrino es que los chicos de la región se sientan Iglesia. Romper barreras y sentirnos uno solo a través de experiencias, reflexiones y encuentros.

Orar, cantar juntos debería ser parte de nuestras prioridades. Que sepan que están acompañados por los salesianos aun en su cansancio y sus dificultades.

La JMJ me hizo ver que la juventud tiene sed de santidad, sed de Dios, pero esa sed la están calmando en otras fuentes. La JMJ fue un nadar mar adentro, sanar y navegar juntos.

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Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
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