Hablar desde el corazón no significa adquirir una habilidad, o hablar con la persona en el momento o lugar adecuado, o simplemente hacer lo correcto. No hay necesidad de preparación especial o planificación preliminar, porque brota directamente del corazón y debe avanzar hacia el corazón del otro. Es comunicación al nivel más profundo, que conecta con lo que es importante para la otra persona. Significa simplemente ser honesto y genuinamente empático con la persona con la que te estás comunicando. El corazón debe ser escuchado, es la fuente suprema de vida, el hogar físico y espiritual de nuestra existencia. Solo escuchando y hablando con un corazón puro podemos ver más allá de las apariencias y tocarnos.
Hablar desde el corazón surge fundamentalmente del amor, la verdad y la caridad que residen en el corazón. Esta es la base que allana el camino para cualquier conversación auténtica. No es una comunicación que espera el reconocimiento, el aprecio y la aprobación de uno mismo, sino que se trata de reconocer al otro. La clave para "hablar desde el corazón" es que se trata del otro y no de uno mismo. Será difícil y desafiante hablar desde el corazón si no tienes esta atención y preocupación genuina por el otro.
Convertirse en revolucionarios que hablan desde el corazón
Sigue tu corazón y estarás seguro de enfrentarte a la victoria. El lenguaje del corazón puede superar todas las barreras y destruir a todos los enemigos. El proverbio árabe: "Arroja tu corazón delante de ti y corre hacia él", dice claramente que, si cada uno asume esta sensibilidad, disponibilidad y comprensión para buscar y ofrecer la verdad en la caridad, se convierte en la clave para transformar a la otra persona. “Hablar desde el corazón” es una opción estratégica, una intervención destinada a movilizar a otros y transformar a otros.
La verdadera comunicación, trata de quiénes somos, “un reflejo del alma”. Se trata de cómo nos amamos. El amor es la esencia de la verdadera comunicación. Hablar desde el corazón significa esencialmente sentir por el otro y sentir con el otro. Tal vez, si este es el eco del corazón en cada hombre y mujer, la revolución de la amistad ciertamente sanará al mundo, curará a la humanidad de todos sus males y transformará el mundo, restaurando la paz y la armonía.
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