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Una opción metodológica pastoral de evangelización a nivel parroquial y/o diocesana

Por qué comunidades

Jesús llama a los discípulos personalmente a cada uno para que estén con El, formando una comunidad y para enviarlos (cfr.Mc.3,13-15)

 

“No puede haber vida cristiana sino en comunidad. Como los primeros cristianos, que se reunían en comunidad, el discípulo participa en la vida de la iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria”. (A. 278d; cfr. Jn 10,10). “Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles, y para participar en la vida común, en la fracción del Pan y en las oraciones” (Hechos 2,42-47; Hechos 4, 32-35).

 

“La pertenencia a una comunidad es una dimensión constitutiva del acontecimiento cristiano” (Ap.156)

 

Por qué pequeñas

Nuestro Señor Jesús, cuando multiplicó y repartió el pan a los cinco mil, “les mandó que los hicieran sentarse en grupos” (Mc.6, 39).

 

Puebla constató que las pequeñas comunidades, sobre todo las comunidades eclesiales de base, permitieron al pueblo acceder a un conocimiento mayor de la Palabra de Dios, al compromiso social en nombre del Evangelio, al surgimiento de nuevos servicios laicales y a la educación de la fe de los adultos (Aparecida 178d).

 

Se constata que, en los últimos años, ha ido creciendo la espiritualidad de comunión y que, con diversas metodologías, se han hecho no pocos esfuerzos por llevar a los laicos a integrarse en pequeñas comunidades eclesiales, que van mostrando abundantes frutos (Aparecida 307).

Es preciso reanimar los procesos de formación de pequeñas comunidades en el Continente, pues en ellas tenemos una fuente segura de vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa, y a la vida laical con especial dedicación al apostolado. A través de las pequeñas comunidades, también se podría llegar a los alejados, a los indiferentes y a los que alimenta descontento o resentimientos frente a la Iglesia (Aparecida 310).

 

Por qué misioneras

Andrés que conoció a Jesús fue con su hermano Pedro para traerlo a Jesús. Felipe que fue invitado por Jesús se fue a llamar a Nataniel a conocer a Jesús (Cfr.Jn 1,43-51). Leví, también llamado Mateo, al ser llamado por Jesús, invitó a sus amigos cobradores de impuestos y pecadores a compartir con Jesús (cfr.Mc.2,13-15).

 

Los discípulos de Jesús deben ir a todo su alrededor y hacer también a los otros discípulos de Jesús (cfr.Mt.28, 19). 

 

Identidad 

Las PECOMIS son pequeños grupos de familias (4-6 vecinas entre sí), que se reúnen una vez por semana en los hogares, en torno a la Palabra de Dios para participar en la catequesis permanente y para vivir el Amor de Jesús en la vida fraterna (comparten la vida de cada día) y solidaria (atentos a las necesidades y problemas comunes o familiares). Cada Pequeña Comunidad forma parte de la comunidad más grande (la comunidad local de la aldea) y de la parroquia. 

 

Es en la comunidad más grande, y no en la misma pequeña comunidad, donde cada una de ellas y cada uno de sus miembros participan en la celebración de la Eucaristía y de los demás sacramentos. 

 

Las PECOMIS, al aumentar en número de familias por su actividad misionera, se repartirán formando otros grupos de tal forma que nunca dejen de ser pequeñas.

 

Las PECOMIS están integradas en su entorno social y eclesial, están abiertas y son acogedoras de las personas que no participan en ellas, a través de visitas a los cercanos y alejados.

 

Las PECOMIS no son un movimiento más, sino una opción pastoral de la parroquia/diócesis.

 

Metodología 

Un encuentro personal con Jesucristo a través de un retiro kerygmático, sea antes de pertenecer a la comunidad o cuando ya se está participando, es fundamental y esencial. 

 

El corazón del encuentro de las PECAMIS es la Palabra de Dios, que se lee juntos y se comparte entre todos lo que a cada uno le inspire.

 

Se da espacio también para compartir la vida de cada uno (alegrías y tristezas personales y familiares), y la realidad que nos rodea (socio-económica, política y religiosa), buscando siempre que sea iluminada por la Palabra de Dios y por las orientaciones de la Iglesia.

Se toma un compromiso para llevar a la vida lo reflexionado y para ir transformando la realidad que no esté de acuerdo con el Reino de Dios y se hacen evaluaciones periódicas. 

 

La reunión se inicia y concluye con una oración comunitaria con formas culturales propias. 

La reunión se realiza en los hogares, en un hogar estable o por turno, y dura alrededor de una hora. Hay que evitar que construyan algo exclusivo para la reunión para evitar la creación de comunidades autóctonas y, por ende, divisiones en la comunidad grande. 

Todos los miembros de las PECAMIS siempre participan el domingo en la celebración de la Palabra o de la Eucaristía en la ermita/iglesia de la aldea o en la parroquia. 

 

En la ermita se les da a las PECAMIS oportunidad de compartir sus experiencias de la semana con todos los miembros de la comunidad. 

 

Es recomendable y muy fructuoso que se les den a las PECAMIS, por turno, participación en la conducción de las actividades del domingo. 

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