DSC 3812 En el clima de familia los valores se hacen comprensibles y las exigencias aceptables. Así se traza el límite entre el autoritarismo, que corre el peligro de no influir aun obteniendo resultados formales, y la ausencia de propuestas; entre la injerencia, que no deja espacio a la libertad de expresión, y la inhibición educativa, que no se compromete a transmitir valores; entre la camaradería y la responsabilidad del adulto.

Las manifestaciones de la paternidad de Don Bosco tuvieron lugar en un contexto marcado por el carácter ejemplar de la familia patriarcal. Sus funciones servían como punto de referencia para todos los tipos de autoridad: civiles, empresariales, educativas. Entonces todo era “familiar”: la educación, la empresa, la economía. Era un axioma indiscutible que el educador debía asumir una “fisonomía paternal”.

También para nosotros la paternidad tiene un significado todavía insustituible: es un amor que da la vida y se hace responsable de su desarrollo, ama de corazón, habla oportunamente, espera la maduración, consiente la autonomía, acoge con alegría el retorno.

Prevención, propuesta, relación se juntan en los ambientes “juveniles”. Los muchachos tienen necesidad de expresar su validez, lo que internamente van sintiendo, aceptando y elaborando. Los jóvenes deben probarse en la responsabilidad, en la realización de los valores que enuncian, en la solidaridad, en la autogestión

 

Edgardo Paredes
Don Bosco es el santo que siempre ha estado presente en mi vida

tmtessalparedes Desde 1997 me desempeño como docente del Colegio Salesiano Santa Cecilia, en El Salvador. Aquí  me siento a gusto y feliz al intentar hacer realidad los principios y valores salesianos con los jóvenes estudiantes.
Conocí a Don Bosco en 1967 en el Oratorio Festivo San Luis Gonzaga. Nos reuníamos los sábados por la tarde para el catecismo.  Los domingos asistíamos a misa y después… a correr tras la pelota.
 
Don Julio Gaitán, salesiano coadjutor responsable del Oratorio, animaba con su alegría y ofrecía consejos a quien los necesitaba. “Estudia, estudia, ya que solo el estudio te va a sacar adelante”, repetía en sus prolongadas conferencias. Esas palabras no cayeron en saco roto, y decidí continuar mis estudios universitarios logrando obtener el profesorado en biología.

Con satisfacción puedo decir que Don Bosco es el santo que siempre ha estado presente en mi vida desde pequeño. Es quizás el personaje histórico que, junto a María, José y Jesús, me ha acompañado en el camino de mi vida.

El slogan de Don Bosco “ser honrados ciudadanos y buenos cristianos” ha tenido un efecto mágico en mi vida. Trato de seguir como un honrado ciudadano y continuar siendo muy cristiano, como lo soñó nuestro padre y maestro.

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