Todos merecemos atencion Recuerdo que cuando era pequeña y regresaba del colegio siempre encontraba a mi mamá viendo su programa favorito. Si, además del saludo habitual, yo quería contarle algo, automáticamente mi mamá bajaba todo el volumen de la televisión o lo apagaba para prestarme toda su atención. Eso lo hacía conmigo y con mis hermanos.


Recuerdo el sentimiento de agradecimiento que me brotaba dentro. No importaba si fuera una tontería lo que tenía para contar, mi mamá me hacía sentir importante. Terminada la escucha, la charla, el consejo o la solución a lo que había contado, mi mamá volvía a su programa que a veces ya había terminado.

Hay días en que me descubro inmersa en un mar de información entre mi celular, correos electrónicos y llamadas. Al fondo escucho una voz gritándome con toda la fuerza de sus pulmoncitos: ¡mamá! Mi hija de tres años quiere algo y, en ese momento de letargo, su grito rompe mi burbuja y recuerdo a mi propia madre.

Me digo: mi hija merece la misma atención. Dejo de lado el aparato y atiendo su necesidad que muchas veces es que vea un dibujo o un vaso con agua. Sé que no se le acaba la vida si no la atiendo, pero mi gesto le dice que la amo y que mi celular no es más importante que ella.

Esto de saber escuchar es un arte. Cuando estoy con alguien, puedo oír su conversación y tener mi mente abstraída en mil cosas, respondiendo como un robot, por simple educación. Entonces es cuando hay que poner cuidado.

De acuerdo a un estudio hecho por iLifebelt sobre el comportamiento en redes sociales en Centroamérica y el Caribe en el 2016, más del 38% de la población afirmaba que pasaba más de tres horas al día conectados. El 67.5% aseguró que están conectados “todo el tiempo” a la pregunta acerca de qué horas preferían para navegar en sus redes.

En el mundo actualmente se envían dos mil millones de mensajes de texto, 600 millones de fotos y 250 millones de videos sólo en WhatsApp, según datos de la misma compañía. Mil millones de usuarios están viendo YouTube. Sumemos todo ese tiempo en redes sociales, mensajería, videos, correos electrónicos, teléfono, radio y televisión, y descubriremos que toda nuestra atención está allí.

Para el Marketing Digital el reto más grande hoy en día es tratar de que las marcas sean relevantes para poder lograr nuestra atención ya que la invasión de equipos roban nuestra mente.

Hay toda una corriente estudiando qué es lo que le interesa a la gente, cómo llegar a su corazón. Porque es muy difícil captar nuestra atención en este mundo tan lleno de información en el que parece que nos hemos perdido.

Nos hemos perdido por el afán de estar conectados, cada vez más cerca, cada vez con menos brechas de tiempo y espacio con los que están lejos.
Don Ángel Fernández no pudo tener más razón al regalarnos el aguinaldo 2018, el arte de escuchar y acompañar. En el mensaje hay mucho que decir pero para comenzar a hacer algo al respecto, debemos bajar el volumen del televisor, apagar el celular, la tablet, la computadora y abrir nuestros oídos, nuestra mente y nuestro corazón a los demás.

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