"Dios simplemente habla y espera una respuesta” comenta el Padre Alfonso Evertsz; quién hace 44 años un 29 de junio de 1968 dio su respuesta definitiva a la vida sacerdotal ordenándose en la Iglesia del Sagrado Corazón del Colegio Don Bosco Guatemala.

Su vida siempre giró alrededor de signos y señales religiosas. Todo inicia en su hogar al ser el séptimo y último hijo de padres muy creyentes arraigados devocionalmente a la eucaristía y a la Virgen.

Estando apenas en cuarto grado, le llama la atención el hábito sacerdotal, las capillas, los altares y por supuesto la película de Don Bosco presentada por los Maristas. Entonces Dios hace un llamado a su vida para que se consagrara a la vida sacerdotal. Sin miedos; sin ataduras ni temores y con mucha confianza y entrega, el Padre Evertsz dio un si definitivo al temprano llamado de Dios.

Su experiencia aún más cercana con los jóvenes inicia en el Oratorio Festivo de Domingo Savio en Don Rúa; fue animador pastoral durante sus primeros cuatro años de sacerdote, ejerció su profesión de profesor de psicobilogía y religión, pero también fue formador de novicios iniciando un Oratorio Ambulante.

En las obras salesianas en donde fungió como director fueron Colegio Don Bosco cuando se encontraba ubicado en la Avenida Peralta y luego en 1990 pasa al Instituto Ricaldone durante dos años, después a la ahora Ciudadela Don Bosco para dirigir la UDB.

Dos años más tarde da inicio la vida en Ciudadela con el Colegio, Centro de Formación Profesional, el Oratorio y la UDB es enviado por la Inspectoría Salesiana al Colegio Santa Cecilia en Santa Tecla donde fungiría como director siete años continuos.

Los jóvenes fueron siempre una prioridad, por ello se empezaron a realizar diferentes acciones que los beneficiarían aún más como el Centro de Orientación Psicológica y la Terapia de Neuronet, Escuelas para Padres y Madres de Familia desarrolladas por ellos mismos siempre con el apoyo salesiano. “Hubo riqueza espiritual en los alumnos y en los grupos juveniles y Dios nos donó una vocación a la vida salesiana” comenta el Padre Evertsz.

En el 2001 siendo aún director de Ciudadela se le asigna un gran proyecto sobre la creación de los Polideportivos Don Bosco, estableciéndose como Fundación a FUSALMO con un convenio firmado con el Ministerio de Educación para la construcción y mantenimiento de estos. Misión que tenía como fin atender a 100,000 niños, niñas y jóvenes por medio del Programa Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB).

“Nunca calculé los riesgos, siempre  vi oportunidades y para mí es un gusto ser Salesiano; es como sacarse la lotería”. Sigue “En mis 72 años de edad, 54 años de vida religiosa salesiana y con 44 de vida sacerdotal me he sentido llevado de la mano todo el tiempo, nunca pensé en otro camino ni sentí dudas. Siempre dije si a Dios y eso no me quitó libertad”.