Tema de Portada

Estamos llamados a ser levadura que transforma desde dentro a la familia humana.La Iglesia está llamada a moverse en el mundo y desarrollar una misión como la de Don Bosco, donde la vitalidad juvenil y la compasión por quien es pobre y sufre están siempre presentes.

Los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpoEl laico en la Iglesia y en la Familia Salesiana es y será siempre, cada vez más, ese cristiano comprometido que «santifica el mundo desde dentro».

Solo juntos, solo viviendo en comunión podremos hacer algo significativo hoy.”Don Bosco fue capaz de involucrar a muchas personas, convirtiéndolas en protagonistas activas y emprendedoras del mismo sueño de salvación para los jóvenes.

Son un patrimonio que ejerce una función eficaz en la vida y en la comunidad de los creyentes, y también entre los hombres de buena voluntad.Desde Don Bosco hasta nuestros días reconocemos una tradición de santidad a la que merece la pena prestar atención por ser encarnación del carisma que surgió con él y que se ha ido manifestando en una gran pluralidad de estados de vida y de formas.

Mamá Margarita llegó a Valdocco el 3 de noviembre de 1846 y durante diez años fue madre de cientos de muchachos.Sabemos cómo Don Bosco, al comienzo del Oratorio, después de pensar y repensar cómo salir de las dificultades, fue a hablarlo con su párroco de Castelnuovo, explicándole sus necesidades y temores. “¡Tienes a tu madre! - respondió el párroco sin dudarlo un instante – haz que te acompañe a Turín».

Atilio Giordani, Durante décadas fue un catequista diligente y un animador constante e ingenioso, con mucha sencillez y alegría.Nació en Milán el 3 de febrero de 1913. Desde muy joven se distinguió por su gran pasión por el oratorio salesiano de San Agustín y, ya a los dieciocho años, por su dedicación a los jóvenes que lo frecuentaban.