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Celebrar el Día del Maestro desde la fe es un recordatorio de que la educación transforma vidas y construye futuro, y que cada docente es instrumento de Dios en la edificación de una sociedad más humana, solidaria y llena de esperanza. Ciudad de Panamá, diciembre 2025. – En la mañana del lunes 1 de diciembre, se celebró una Santa Eucaristía en honor al Día del Maestro Panameño, como signo de gratitud y reconocimiento a la labor de los educadores del país. La misa fue presidida por el Obispo de la Diócesis de David, Mons. Luis Enrique Saldaña, OFM, quien invitó a los asistentes a elevar una acción de gracias por la vocación docente y por el servicio silencioso que tantos maestros brindan cada día a la niñez y juventud panameña.

En su homilía, Mons. Saldaña destacó la entrega generosa de los educadores, agradeciéndoles su servicio amoroso al país y recordando que la misión docente no es solo una profesión, sino una verdadera vocación. “Educar es colaborar con Dios en la formación de personas y en la construcción de una sociedad más justa y humana”, expresó el prelado, subrayando la trascendencia espiritual y social de la tarea educativa. Asimismo, hizo referencia a San Juan Bosco como modelo de educador, ejemplo de entrega, cercanía y amor por los jóvenes.

La celebración estuvo marcada por un profundo ambiente de gratitud, oración y reconocimiento a quienes dedican su vida a sembrar valores, conocimientos y esperanza en las nuevas generaciones. Esta misa tiene una gran importancia para la comunidad educativa, ya que permite reconocer públicamente la noble misión
de los maestros y fortalecer su compromiso con la formación integral de la persona.


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