San Salvador, mayo de 2025. — Con un ambiente de profunda fe y alegría, la Escuela Salesiana Domingo Savio celebró el cierre del mes mariano con una emotiva jornada dedicada a María Auxiliadora. La actividad fue organizada con la participación activa de los estudiantes de noveno grado, quienes lideraron el rezo del Santo Rosario y presentaron altares elaborados con creatividad y devoción.
Cada estudiante de la promoción, portando su farolito, se acercó en grupos para dirigir uno de los misterios del Rosario. Posteriormente, en un gesto simbólico de amor y entrega, colocaron una flor a los pies del altar de María Auxiliadora, expresión visible de su cariño y fe salesiana.
La hermana Delmy Larreynaga, HDS, directora de la institución, dirigió unas palabras de agradecimiento a los jóvenes por su dedicación en la elaboración de altares en cada aula durante el mes mariano. Además, aprovechó la ocasión para reconocer la labor de los ordenanzas de la institución, a quienes se les entregó una canasta como muestra de gratitud por su entrega y esmero diario, en conmemoración del Día del Ordenanza.
La jornada continuó con un recorrido especial por los salones, durante el cual el padre Francisco Javier Rodríguez, SDB, acompañado por las hermanas salesianas e invitados especiales, visitó cada uno de los altares. Los espacios reflejaban el esfuerzo y la creatividad de los estudiantes, algunos de los cuales trabajaron en conjunto con sus padres. Los altares fueron adornados con flores naturales, ángeles de papel, luces decorativas y otros elementos que destacaban el espíritu mariano.
Durante el recorrido, se realizaron dinámicas con preguntas sobre la historia, fechas y datos relevantes de María Auxiliadora, fortaleciendo así el conocimiento y la espiritualidad de los estudiantes. Todos fueron felicitados por su dedicación y por mantener viva la devoción a María Auxiliadora, siguiendo el carisma de Don Bosco.
El cierre del mes mariano en la Escuela Salesiana Domingo Savio fue, sin duda, una muestra del compromiso formativo y espiritual que caracteriza a la comunidad educativa, reafirmando la presencia de María Auxiliadora como guía y madre en el camino de cada estudiante.
