pchiu Cincuenta años como salesiano sacerdote
A mis cincuenta años de sacerdocio en la Iglesia y en la Congregación Salesiana ¿qué puedo decir?
-Que, aunque lo he estado intentando, estoy lejos de ser ese prospecto de sacerdote esbozado por Benedicto XVI, ¨bien preparado, rico de esa sabiduría que se adquiere en la amistad con el Señor Jesús, acudiendo constantemente a la Mesa eucarística y a la fuente inagotable de su Evangelio¨.

-Que mis 50 años de sacerdocio me dan pie para reconocer en mi vocación y en mi perseverancia el aporte benéfico de mis padres y hermanos, familiares y amigos y de tantas almas buenas que en todo momento me han alentado con su oración con su apoyo de todo tipo y con su afecto. Gracias, de todo corazón a todos. Les pido ahora que se unan también a mi himno de alabanza y gratitud a Dios.

-Que ha sido el mismo Don Bosco quien, desde que yo era un niño, me acercó a él y a sus hijos, los salesianos, y posteriormente me acogió en el seno de la Congregación Salesiana para incorporarme a su Familia y a su misma misión.

-Que, sin ninguna duda, fue el ambiente familiar y pedagógico que encontré en el seminario y en las casas de Don Bosco lo que hizo germinar y crecer en mí el ideal a la vida consagrada y al ministerio ordenado, inspirado en Jesús el buen Pastor.

-Que la presencia solícita de la Virgen María y su auxilio indefectible me han estado acompañando maternalmente en toda circunstancia. A ella le pido todos los días que me ayude a entender que soy sacerdote para los demás, y a ser fiel hasta el final.

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