- Por Ángel Fernández Artime /
- 1694
Desde esta ventana que me ofrece el boletín salesiano de cada mes, deseo saludar muy afectuosamente a mis hermanos salesianos, a todos los miembros de nuestra familia extendida por el mundo, y a tantos amigos y amigas de Don Bosco que tan cercanos le son a él en tantas casas salesianas.
Y mi saludo en esta ocasión lleva como mensaje central el siguiente: la mirada salesiana, la mirada de la vida, del mundo y de los jóvenes con los ojos de Don Bosco, es y ha de ser siempre, una mirada de esperanza, una mirada que cree en las semillas de bien que se encuentran en el corazón de cada persona, de cada joven, de cada padre y madre…
Para mostrar con más fuerza lo que quiero decir, y por contraste, deseo iniciar mi reflexión ofreciendo un texto de esos que uno encuentra en internet, en unas u otras páginas, que se copian y se reproducen una y tantas veces, y que habla de que nuestro tiempo es un tiempo donde se dan los contrastes, las paradojas.
El texto dice así: “la paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos pero temperamentos cortos, autopistas más anchas pero puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes pero familias más pequeñas, más compromisos pero menos tiempo.
- Por Administrator /
- 1609
Mis queridos amigos:
Un saludo cordial y afectuoso, pido a María Auxiliadora, que medie la bendición de Dios sobre todos ustedes, con mis mejores deseos para sus familias, las personas y las situaciones que necesiten algo más de luz.
En estos primeros meses estoy visitando ya algunas inspectorías y conociendo mejor la realidad concreta de la Congregación y de la entera Familia Salesiana. Doy gracias a Dios por el bien que, en nombre de Don Bosco, se realiza en todas partes en favor de los jóvenes, entre ellos los más necesitados, y de la gente sencilla. Estoy siendo testigo de multitud de proyectos apasionantes en los que una y otra vez, con pocos panes y pocos peces, Dios multiplica nuestra acción y hace prósperas las pobres obras de nuestras manos. Me siento muy feliz por compartir con todos ustedes esperanzas y anhelos. Me tienen a su disposición para seguir impulsando y sosteniendo con mi presencia, mi servicio humilde y mi oración cuanto el Espíritu está suscitando en nuestras inspectorías.
- Por Heriberto Herrera /
- 1669
La Congregación Salesiana celebra cada seis años el Capítulo General, que es el evento de mayor jerarquía en la misma.
Durante siete semanas en marzo y abril se reunieron en la casa central en Roma 218 delegados de las noventa provincias salesianas de todo el mundo para trazar las nuevas orientaciones espirituales y pastorales que dinamicen mejor la misión salesiana en un mundo cambiante.
Esta vez los capitulares trataron a fondo un acercamiento a las fuentes de la espiritualidad salesiana. Es decir, volver a Don Bosco, traducir al mundo de hoy su genialidad espiritual y apostólica.
El resultado del trabajo capitular queda definido en un documento inspirador de máximo peso que orientará la vida y acción de los quince mil trescientos salesianos esparcidos por el mundo.
Además, al capítulo general le corresponde elegir al Rector Mayor y a su Consejo. La elección del Rector Mayor despierta enorme interés entre los salesianos, en la numerosa familia salesiana y, en general, en los ambientes católicos.
- Por Don Ángel Fernández Artime /
- 1502
Un saludo cordial y afectuoso desde Roma, al término del Capítulo General 27 de los salesianos de Don Bosco. Es el primer mensaje que les dirijo como Rector Mayor y quiero, en primer lugar, expresarles mi agradecimiento por tantas muestras de cercanía y de amistad como me han hecho llegar en estas primeras semanas de mi servicio. Me siento muy feliz por poder contar con ustedes y estoy seguro de que, con la ayuda del Señor, viviremos una etapa de gran comunión con la entera familia salesiana para seguir respondiendo juntos a los desafíos de los jóvenes más pobres en este tiempo tan cargado de expectativas y posibilidades.
Deseo también dedicar, desde estas páginas del Boletín Salesiano, unas palabras de reconocimiento a Don Pascual Chávez Villanueva que con tanta dedicación y generosidad ha desempeñado el ministerio de Rector Mayor hasta ahora. Han sido doce años de trabajo incansable en los que le ha puesto rostro a Don Bosco entre nosotros y nos ha legado un magisterio fecundo y luminoso. Su profundo pensamiento bíblico-teológico, su constante invitación a volver a Don Bosco y el impulso de la entera familia salesiana quedarán siempre en nuestra memoria como rasgos característicos de su rectorado. Le agradecemos su bondad y su amorevolezza con todos, su caridad pastoral y su inquebrantable optimismo que nos han encarnado de modo elocuente al padre y maestro de los jóvenes. Muchas gracias, querido P. Pascual, por tu entrega sin límites a la misión que el Señor te ha confiado.
- Por BSCAM /
- 1621
Ciudad del Vaticano, 31 de marzo de 2014.- Definidas en la última semana todas las responsabilidades del Consejo General, los participantes al Capítulo General 27 se reunieron en el Vaticano con el Papa Francisco.
El encuentro con el Papa es parte de un más amplio programa espiritual, que incluye primero una oración comunitaria en torno al altar de la Cátedra de San Pedro, y luego siempre en la basílica, un segunfo momento de oración bajo la estatua de Don Bosco.
A media mañana estaba previsto un cariñoso encuentro con el Papa, al interno de la Sala Clementina, con el saludo del nuevo Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, al Papa.
Durante su discurso, el Papa Francisco les ha señalado, en primer lugar, que la evangelización de los jóvenes es la misión que el Espíritu Santo les ha confiando en la Iglesia, añadiendo que está estrechamente unida con su educación.
- Por Pascual Chávez Villanueva /
- 1541
Una premisa necesaria
Entre las muchas cosas que he escrito, en vano encontrarás un diario espiritual, una descripción de mi itinerario íntimo, una autobiografía como espejo de mi espiritualidad. No era mi estilo.
Talvez por esa natural reserva que es propia de los campesinos, probablemente por la formación que había recibido, no me sentía inclinado a abrirme, ciertamente porque prefería conservar en mi corazón el recuerdo de tantas experiencias, luchas y conquistas apostólicas, en vez de manifestarlas en público.
Por eso no encontrarás en mis libros y conversaciones confidencias o testimonios de mi personal relación con Dios y con su misterio.
- Por Pascual Chávez Villanueva /
- 1677
Don Bosco cuenta
Empujé esa carreta ...
En un día caluroso y sofocante caminaba por Turín, en compañía del fidelísimo de Don Rúa y de otro salesiano, cuando de repente mis ojos se detuvieron en una escena que llenó mi corazón de profunda tristeza: un niño, que quizás tendría 12 años, estaba tratando de arrastrar una carreta cargada de ladrillos sobre los adoquines desiguales de la calle. Era un aprendiz de albañil delgado y pequeño que, incapaz de mover ese peso superior a sus fuerzas, estaba llorando desesperado.
Me alejé de los dos salesianos y corrí hacia el pobre muchacho, uno de los muchos que, en la Turín del entonces que se enriquecía con muchos edificios hermosos, crecían bajo jefes inhumanos con el sonido de golpes y maldiciones. Me llamó la atención aquellas lágrimas que corrían por su rostro. Me acerqué, le sonreí con un ligero signo de amistad y lo ayudé a empujar el peso hasta el sitio de trabajo. Todos se sorprendían al ver a un sacerdote llegar a ese lugar con su sotana negra; el niño, sin embargo, había comprendido de inmediato que le apreciaba de verdad al meterme a su lado con un gesto solidario de ayuda concreta.
- Por Pascual Chávez Villanueva /
- 1738
Don Bosco narra:
Gracias a las presencia de mi madre, en la antigua casa Pinardi (donde tuvo inicio la obra salesiana) reinaba un genuino estilo de relaciones humanas, hecho de calor paciente, de comprensión y corrección, en perfecto estilo de familia. Con tanta gente en casa la disciplina era necesaria para evitar que el ambiente fuera un manicomio incontrolado. Disciplina reducida a lo mínimo, pero “cuentas claras y chocolate espeso”, como mi madre, con su innata sabiduría popular, condensaba las conclusiones.
Transcurridos muchos años y teniendo tras de mí una experiencia rica de buenos resultados, podía afirmar que “con los muchachos es castigo lo que se hace pasar como tal”. Quería decir que un castigo debe servir para mejorar las cosas y no empeorarlas. Una breve sustracción de afecto, una mirada triste, una actitud más reservada y seria, una palabrita al oído dicha con dulzura y paciencia eran medios de que me servía para corregir y encauzar posibles actuaciones equivocadas.
- Por P. Pascual Chávez, Rector Mayor /
- 1584
Con sus gestos, sus actitudes y sus intervenciones el papa Francisco ha iluminado la mente, ha puesto fuego en el corazón y ha robustecido la voluntad de todos para ser de verdad “discípulos y misioneros de Cristo”, enviados al mundo, sin miedo, para servirlo y transformarlo. {nomultithumb}