Costa Rica, julio 2015.- El Sábado 11 de Julio toda la Familia Salesiana de Costa Rica se congregó frente a la Parroquia María Auxiliadora de Cartago en una solemne  procesión a la Basílica de Nuestra Señora  de Los Ángeles.

 La carroza con la imagen de Don Bosco iba engalanada con miles de flores donadas por cinco empresas que las cultivan en el pueblo de Llano Grande y las exportan a Europa y Estados Unidos. Merecen una mención especial los esposos cooperadores Jenny y José, que con sus contactos consiguen muchas ayudas para la obra de Cartago.

Si todos los años se hace la peregrinación a la Basílica, la del 2015 debía ser muy especial: coronación de las celebraciones por el Bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco. Lo indicaban los numerosos estandartes portados por niños y jóvenes, todos alusivos al Bicentenario.

En la Basílica repleta de jóvenes y de juventud acumulada presidió la Eucaristía el Señor Obispo, Monseñor José Francisco Ulloa Rojas. Con una homilía corta pero muy densa y acertada, describió con precisión el carisma de Don Bosco en la Iglesia y los méritos de la Congregación y de la Familia Salesiana en Costa Rica.

Subrayó el hecho de la llegada de los Salesianos a Cartago en 1907 donde iniciaron la enseñanza de Artes y Oficios en el Hospicio de Huérfanos de la Ciudad. Se ve que estaba bien informado, pues destacó que así los Salesianos hace más de un siglo sentaron las bases de lo que actualmente es el estatal y famoso COVAO, Colegio Vocacional de Artes y Oficios.

Agradeció a la Congregación que con su especialidad en la pastoral juvenil prepara a los jóvenes para ser buenos cristianos y honrados ciudadanos y para que sepan defenderse de las insidias que otros sectores no cristianos les tienden en Costa Rica y en el mundo.