Papa Francisco. Imagen disponible en línea. Yo quisiera hablar de mi experiencia con los salesianos. Mi familia estaba muy vinculada a los salesianos. Mi papá recién llegado a la Argentina, visitó a los salesianos y fue a la calle Solís, a la iglesia italiana.

Conoció enseguida la Basílica de María Auxiliadora de la parroquia de  San Carlos, en el barrio de Almagro.  Mi papá enseguida se enamoró de un equipo de fútbol que había fundado un salesiano, el P. Lorenzo Mazza, de esto hablaré después. Ese salesiano había fundado en el año de 1908 el equipo de futbol San Lorenzo.

A unos 500 metros de la Basílica de San Carlos ese salesiano había fundado con los muchachos de la calle  es un equipo de fútbol con los colores de la Virgen: rojo y azul. Este equipo para mí es el mejor equipo de futbol de Argentina, muchas veces campeón.

Mi papá conoció a mi mamá que habitaba a pocos metros, los casó un misionero salesiano de la Patagonia nacido en Lodi, el P. Enrique Pozzoli, un hombre bueno, gran confesor de toda la familia. Él me bautizó, y cuando yo era chico me confesaba con él. En mi juventud conversé con el de mi vocación. Este salesiano fue quien me ayudó a pasar del Seminario de la Arquidiócesis de Buenos Aires a la Compañía de Jesús.

Yo estoy muy agradecido a la familia salesiana. Después del quinto parto mi madre quedó paralítica. A los más grandes nos mandaron al colegio salesiano. El último grado de la primario lo hice allí y aprendí allí a amar a la Virgen. Los salesianos me formaron a la belleza, me han formado al trabajo, un carisma de ustedes; me han formado a la afectividad. Esta es una característica típica de don Bosco, que con amor hacía madurar la afectividad de los jóvenes.

Yo recuerdo los grandes confesores salesianos, misericordiosos. En la Basílica de María Auxiliadora siempre había muchos confesores. Después murió mi papá, murió el padre Pozzoli, pero yo siempre fui a la iglesia de María Auxiliadora el 24 de mayo. Llevaba flores y rezaba a la Virgen. Esto es algo que he recibido de ustedes. Esto a mí siempre me hace pensar en la afectividad, porque yo creo que don Bosco fue capaz de educar en la afectividad a los chicos, porque tuvo una mamá que lo educó en la   afectividad, una mamá cariñosa, buena, fuerte, con mucho amor en su corazón. No se puede entender a don Bosco sin su mamá Margarita.

Yo me pregunto si los salesianos y las salesianas, toda la familia salesiana, cuando quieren educar a un chico o a una chica le hacen ver que cosas hacia esta mujer, como ha formado el corazón de su hijo. Y estoy quiero subrallarlo.

Pero hay otra cosa. En aquel tiempo mitad del 800, esta región de Italia era masonica, come curas, Torino es uno de estos puntos demoniacos, pero cuantos santos han salido de aquí. Hagan las cuentas. El Señor ha dado una misión a las familias nacidas aquí. Hoy muchas cosas han mejorado, está la computadora tantas cosas... pero la situación de la juventud es más o menos la misma. ¿Que ha hecho don Bosco? Ha trabajado con los muchos que estaban ahí, sin trabajo y sin estudio, en la calle. Ha arriesgado su ministerio. Y por estos muchos han hablado mal de el. Ha arriesgado su ministerio allí. “Estos son de segunda clase no se puede hacer nada...”

Hoy en Italia existe una situación en la cual el 40% de jóvenes de 25 años  para abajo están sin trabajo. Ni estudian, ni trabajan. Ustedes salesianos tienen el mismo desafío que tuvo don Bosco. Ocuparse de estos chicos. ¿Don Bosco qué hacía? Usaba el deporte, porque el deporte te lleva a ser social, a una competitividad sana, te lleva a belleza de trabajar todos juntos. Y después la educación.

Don Bosco no pensaba en grandes cosas, sino en pequeñas escuelas para enseñar oficios. Aquellas escuelas salesianas, que después serian de artes y oficios, donde los muchachos aprendían una profesión.

¿Los salesianos hoy son capaces de educar para estos oficios de urgencia? En serio, no lo se. Yo me pregunto: en 6 meses enseñarles a hacer algo: carpintero, electricista, plomero, que siempre se rompe un grifo. Educación pero una educación a la medida de la crisis. No pensemos que esto muchachos en situación de calle -pienso en mi patria- puedan ir enseguida al liceo. Demosles alguna cosa que sea fuente de trabajo, trabajos aún pequeños. Una educación de emergencia, creo que tienen necesidad de esto los muchachos en situación de calle hoy. Demosle en poco tiempo un oficio práctico y después se verá. Este 40% tiene necesidad de algo. La creatividad salesiana tiene que asumir este desafío.

También llevarlos a la alegría, la alegría salesiana, que es otra cosa que he aprendido y no me olvido más. Es la  alegría que nace de todo aquello que nos ha dado el Señor, porque todo lo que nos da Dios es bello. Dios nos ha dado cosas hermosas. Debemos dar de comer a los chicos de la calle, no se puede alabar a Dios con el estómago vacío. Pero debemos promoverlos con creatividad. La urgencia del momento empuja a la creatividad.

¿Qué ha hecho el padre Lorenzo Massa, que ha fundado el equipo de fútbol en 1908?, El deporte. Les ha dado a esos muchachos que jugaban en la calle, una mística deportiva. Hoy muchos pueden vender droga, algunos se suicidan, caen en la depresión. Hay que darles alegría, una motivación que los alegre y los lleve adelante. Esto es lo que quiero decirles. Este es un momento de crisis tan grande, también contraria a la iglesia. Pero don Bosco no ha tenido vergüenza nunca de hablar de los tres amores blancos la Virgen, la Eucaristía y el Papa.

Él no tenía vergüenza de la Virgen, nunca se avergonzó de hablar de su mamá. Hoy tantos se avergüenzan... Me acuerdo de una cosa que me ha hecho tanto mal. En 1978  yo fui a Bélgica, a un encuentro con los bienhechores que apoyaban la Universidad Católica de Córdoba. Después tuve una cena con una pareja, eran profesores católicos, practicantes, amaban a la iglesia, tenían 4 hijos pequeños. Y en la mesa comenzaron a hablar de teología, de cristología, y de la situación de la Iglesia. En un cierto punto dijeron: “La Virgen hoy no va más, gracias a Dios hemos superado esta etapa”. Pero eran buenos...

También hoy, no entre ustedes, pero se encuentra gente que no se avergüenza propiamente, pero no habla de la Virgen con amor como hablaba don Bosco. El primer amor de Don Bosco era la Virgen. Él se confiaba en Dios porque amaba a la Virgen y se arriesgaba mucho.

El segundo amor de don Bosco es la Eucaristía. Gracias a Dios la liturgia en la familia salesiana se vive muy bien. Se realiza y se explica bien se hace entrar a los jóvenes en el misterio  eucarístico. Y también se propone la adoración como un momento profundo de oración. Esto es bueno también el Papa lo hace.

El tercer amor de don Bosco es el amor al Papa. El amo al Papa no es el amor ha una persona, es amor a Pedro como cabeza de la Iglesia. Como representante del Esposo de la Iglesia. Detrás de aquel amor blanco al Papa esta el amor a la Iglesia. Don Bosco hacia amar a la Iglesia. Piensen en esta relación: la Iglesia, madre; la Virgen, madre; Margarita, madre. Ustedes forman a los jóvenes para que sean madres que hagan crecer a sus hijos en el amor a la Virgen y a la Iglesia.

A veces me preguntan: ¿Serian necesarias decisiones más fuertes para valorizar el rol de la mujer en la Iglesia? Cierto. Pero, ¿Creen que nominar una mujer como jefa de dicasterio es una decisión fuerte? Esta no es una decisión fuerte, es funcionalista….

La mujer en la Iglesia tiene el mismo trabajo que tuvo la Virgen con los apóstoles esa mañana de Pentecostés. Ellos no podían estar sin la Virgen, Cristo lo quiso así.

No se olviden de los tres amores blancos. No se avergüencen de hablar de la Virgen, de celebara la eucaristía y de hacerlo bien y no se avergüencen de la Santa Madre Iglesia, que pobrecita acaba siendo criticada todos los días.Y de aqui se debe aprender el rol de la mujer en la Iglesia. Los tres amores blancos de don Bosco  nos llevan siempre por este camino y hacen crecer en nosotros la confianza en Dios. Don Bosco rezaba a María Auxiliadora e iba para adelante, él confiaba, no hacía tantos cálculos.

Mi experiencia salesiana es aquella que he dicho, aquella del colegio y basta. Hecho el resto en las escuelas publicas. Y mi familia, cercana a los salesianos. A maría Auxiliadora. Pedía a los salesianos denme la bendición de María Auxiliadora... Por esta experiencia agradezco a Dios ya que me han ayudado a crecer sin miedo, sin obsesiones. Y a ir adelante en la alegría en la oración. El carisma de ustedes es de una grandísima actualidad. Miren las calles, miren los jóvenes y tomen decisiones arriesgadas no tengan miedo. Hagan como don Bosco que no tuvo miedo.

Les agradezco mucho todo lo que hacen en la Iglesia y por la Iglesia. Les agradezco mucho por su misionariedad. Tantos salesianos escondidos en África... Pienso en los primeros tiempos de la Patagonia cuando las hermanas iban con el hábito de aquel tiempo: ¿Como hacián aquellas mujeres para andar a caballo? Así han evangelizado la Patagonia. Y los mártires salesianos de la Patagonia... No es que yo tenga una obsesión por la Patagonia pero don Bosco la soñó y mandó allá a los salesianos que han hecho mucho bien. Seguramente, el Padre Pascual Chávez recuerda que hubo una reunión para la beatificación de Ceferino Namuncurá. Los obispos buscaban  dónde realizar la beatificación, pensaron en Buenos Aires, para que los ex alumnos participaran activamente. Yo me opuse ¿recuerdas? Hay que hacerlo en la Patagonia dije, aunque no era una ciudad, sino un campo abierto. Como arzobispo de Buenos Aires no doy el permiso. El Cardenal Bertone que celebró la beatificación lo recuerda... !Era un campo!

El Salesiano es concreto, ve el problema, piensa cómo hacer y toma decisiones.

Ustedes han hecho mucho por la Patagonia. Sobre esta misionariedad le digo una cosa: en una de las regiones de la Patagonia abandonada por los sacerdotes donde no estaban los salesianos, durante 15 años entraron evangelistas... Aquel era un pueblo religioso pero aislado.  Ellos querian sentir la palabra de Dios e iban con el pastor. Se habian mas o menos convertido. Una señora culta -los salesianos no estaba más en el lugar pero habian hecho muchas misiones allí- Cuando llego un nuevo párroco lo ha recibido mal. Lo ha acusado de haberlos abandonado. Al fin lo ha hecho entrar un poco a la casa. Al fin el sacerdote a pedido perdon y cuando ya se iba la mujer lo ha llamado. Lo ha hecho ver la estatua de María Auxiliadora y le ha dicho: “Y soy evangélica ahora, pero a la Virgen no la dejo. La he escondido para que no la vea el pasto”. !Esta es la misionariedad de ustedes! ! Muchas gracias por todo lo que hacen en la iglesia!

Compartir