De Paolis El padre salesiano Miguel de Páolis murió el 29 de octubre de 2014 en Foggia, Italia. Nació en Nápoles en 1921.

A los quince años de edad entró a la casa salesiana de Gaeta. Profesó como religioso salesiano en 1938.En el Instituto Rebaudengo, de Turín, estudió cuatro años de filosofía, y obtuvo la correspondiente licenciatura.De 1944 a 1948 estudió teología, primero en el Ateneo Salesiano de Turín y luego en la Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado presbítero en 1948.

 

En 1949 llegó a Centro América. Por cuatro años fue profesor y director de estudios en el Instituto Don Rúa para seminaristas salesianos. De 1954 a 1959 fue director del Colegio Santa Cecilia, en Santa Tecla, El Salvador, donde construyó los nuevos laboratorios, el teatro y la iglesia. En 1960 fue ecónomo provincial, y como tal construyó el aspirantado Instituto Rinaldi en Planes de Renderos. En 1961-1962 pasó a Guatemala como director del Colegio Don Bosco, y en ese tiempo construyó el grandioso Santuario del Sagrado Corazón. En 1963 dejó Centro América, al ser nombrado inspector provincial de Uruguay (1963-1970).

 

En 1970 volvió a Italia, a su tierra de origen: Nápoles. Tres años después, por iniciativa del Capítulo Inspectorial de aquella inspectoría, inició una experiencia de “pequeña comunidad”, inserta  en un barrio pobre de la periferia de Foggia, viviendo una vida de sencillez evangélica, llevando adelante una obra de evangelización entre obreros, campesinos y desempleados. Así vivió todo el resto de su vida, hasta los 93 años. En 1976 se ofreció a volver a Centro América, pero no le fue permitido.

 

Así lo recuerda un periódico de Foggia: Un gran hombre, protagonista de la paz y la esperanza, al lado de los últimos, los débiles, los marginados, las “piedras desechadas”, como dice el Papa Francisco. Pastor de los drogadictos, los inmigrantes, los muchachos en riesgo; amado y respetado por todos. Una de esas personas raras y preciosas, capaz de vivir y practicar en la vida diaria los valores más altos del empeño cristiano. Supo inventar un modelo de cooperación y colaboración, uniendo a gente de variado nivel social y cultural para atender la miseria y el dolor.Tenía un gran respeto por la tierra cultivada con el cuidado propio de un jardín florecido. Sus batallas pioneras a favor de la producción biológica, la justa remuneración a los trabajadores, la agricultura social y cívica manifiestan su visión pacíficamente revolucionaria.

 

El Padre Sergio Checchi, quien fue su alumno, expresa así su recuerdo afectuoso: Siempre guardé de él un gran recuerdo. Fue para mí un modelo de profesor por su claridad y didáctica, que me enamoró de la filosofía; pero también un modelo de hombre, de gran nobleza y amabilidad, y de sacerdote. Gran animador del coro y del teatro.

 

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