ANS Image. Roma, noviembre 2014.-  Mañana 15 de noviembre, la Familia Salesiana recuerda la figura de la Beata Magdalena Morano, religiosa de las Hijas de María Auxiliadora.

Magdalena Caterina Morano (1847-1908) comenzó desde joven un aprendizaje pedagógico al que dedicará toda su vida, sobre todo después de la graduación como maestra de escuela primaria. Rica en experiencia didáctica y catequesis, alrededor de treinta años, animada por Don Bosco, pudo cumplir un deseo de consagración que se remonta a su primera comunión. En 1879 se convirtió en Hija de María Auxiliadora y le pidió al Señor la gracia "de seguir con vida hasta que haya completado la medida de la santidad".

Destinada a Sicilia en 1881, se inició una fructífera labor educativa entre las niñas y jóvenes de las clases populares. Pasando constantemente "una mirada a la tierra y diez al Cielo", abrió escuelas, oratorios, albergues, laboratorios de toda la isla. Nombrada Superiora Provincial, también asumió el compromiso formativo por las nuevas muchas vocaciones, atraídas por su celo y la atmósfera de la comunidad que se crea a su alrededor. Su múltiple apostolado fue apreciado y alentado por los obispos, que leconfiaron a su evangélica iniciativa la Obra de los catecismos.

Socavada por un tumor, el 26 de Marzo de 1908, sor Magdalena Morano cerró en Catania una vida de plena coherencia, vivida siempre con el objetivo de "no obstaculizar la acción de la Gracia sin entregarse nunca al egoísmo personal".

La Beata Morano es modelo eminente de auténtica vida salesiana, que comenzó en el contacto personal con Don Bosco, y portadora de una peculiar interioridad apostólica, tanto en el estilo de unión con Dios, como en el espíritu de iniciativa y en el trabajo duro y magnanimidad de visión.

Con su ejemplo, indica a la Familia Salesiana las fuentes de su carisma y estimula a renovar el ardor.

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