tmnmanagua En sus más de 20 manzanas de extensión, ocupadas por amplios talleres y numerosos campos deportivos, el Centro Juvenil Don Bosco (fundado en 1956)  acoge cada fin de semana a 83 equipos de futbol, 18 de básquetbol y 27 de béisbol. Un cálculo conservador apunta a dos mil deportistas, desde gente menuda hasta hombres hechos y derechos. Añádase la multitud de parientes, amigos y curiosos. Y ladronzuelos. Que también éstos aprovechan de la mar revuelta.

Algunos elementos extra pueden contribuir a exaltar la fantasía de quienes nunca han estado en ese hormiguero humano: calor aplastante, polvaredas que atacan ojos, oídos y gargantas, vendedores de refrescos y otras menudencias comestibles, gente que va y viene sin parar.



Unos cuantos salesianos y una pequeña legión de laicos animan este pequeño pero vivaz universo juvenil. Unos rezan, otros juegan, otros esperan con paciencia su turno al bate, otros... van y vienen.

Ciento veinte muchachos y muchachas más sensibles se integran en grupos juveniles, que les ofrecen un crecimiento humano y cristiano.

¿Y entre semana? Están los cursos formales. Hay para casi todos los gustos. El candidato o la candidata puede inscribirse en talleres de computación, mecánica, carpintería, costura, imprenta. Está la oportunidad de llegar a ser técnico en redes en un programa patrocinado por CISCO, que es mucho decir. Porque CISCO está entre los gigantes a nivel mundial en el mágico mundo de la computación.

Desde lejos y con grandes sacrificios económicos los estudiantes llegan mañana y tarde con la ilusión tenaz de adquirir habilidades para defenderse en una vida erizada de problemas.  

La parroquia rezuma un carácter claramente popular. El calor ambiental intenso, en vez de desanimar la piedad de los feligreses, pareciera que la intensifica. Hay grupos parroquiales de todos los colores. El rasgo dominante de la vida parroquial es la intensa participación de la gente.

El Centro Juvenil da espacio a los Cooperadores Salesianos, Asociación de Devota de María Auxiliadora y Damas Salesianas

Para una Nicaragua postrada en la pobreza y afectada por calamidades naturales y humanas, el Centro Juvenil Don Bosco es una enorme puerta abierta a la esperanza.

Voluntariado juvenil en Managua
El Centro Juvenil Don Bosco recibe con frecuencia a jóvenes que se sienten atraídos por la vocación salesiana y desean vivir de cerca lo que ello significa antes de formalizar su adhesión a Don Bosco como salesianos.

Daniel García, Harold Soto, Carlos Bolaños, Marcos Castillo, Edgar Reyes y Giuseppe Liano hicieron la prueba. Entregaron un año al servicio generoso entre los centenares de jóvenes y entendieron que lo salesiano les venía como anillo al dedo. El oratorio, los talleres, la parroquia, los grupos juveniles y el encuentro con los muchachos en la asistencia diaria los convenció de que valía la pena entregar sus frescas vidas a la pastoral juvenil.

Ahora ellos se encuentran en el seminario salesiano de Guatemala, con los dos pies dentro de la congregación, dedicados a asimilar a fondo la identidad de Don Bosco.

Lo que fue una probadita de la vida salesiana en los calores y durezas de Managua, será en adelante la opción de fondo de sus vidas. El compartir la misión juvenil codo a codo con los veteranos salesianos de la comunidad fue el mejor argumento a favor de su decisión por responder con alegría a la invitación de Jesús que dijo a sus dos primeros discípulos: Vengan y vean.

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