fiesta juvenil en las calles de rio

Río de Janeiro, Brasil, julio 2013.- Este día llega a Río de Janeiro el Papa Francisco a eso de las cuatro de la tarde. Desde el primer día su agenda será apretada. 

A las cinco de la tarde tendrá la bienvenida oficial en el palacio Guanabara, y después una visita de cortesía a la presidenta Dilma Rouseff.

Desde las pancartas esparcidas por toda la ciudad con los motivos de la Jornada Mundial de la juventud, hasta la desbordada alegría que transmiten tanto locales como extranjeros, todo permite sentir un ambiente de fiesta como pocas veces se puede experimentar en la vida.  

Los grupos de peregrinos cruzan las calles brasileñas admirados por la belleza de la ciudad y de repente se encuentran con jóvenes que gritan el nombre de su país y saludan con la más grande efusividad: “Oi!”, “Hello!”, “Hola!”. Los idiomas se confunden entre el griterío, pero la camaradería es unificadora: todos se sienten parte de una misma familia y se saludan con la misma alegría de hermanos que tienen mucho tiempo de no verse, pero que finalmente pueden reunirse como en casa.

Si esto pasa con aquellos que vienen de distintas partes del mundo, los brasileños y brasileñas no se quedan atrás. Se han tomado muy en serio su condición de anfitriones y se esmeran por brindar el ambiente más cómodo posible para sus invitados internacionales. Ofrecen ayuda incansable las 24 horas del día y siempre regalan la mejor de sus sonrisas a quien quiera que se acerque a ellos para preguntar algo, para saludar o incluso para pedirles que se conviertan en fotógrafos particulares.  

Todo Río es una fiesta de colores en nombre de la fe, de la Iglesia y su pastor. Mañana martes el Papa visitará una favela (comunidad en extrema pobreza) y se encontrará por primera vez en Río con sus amados jóvenes.

 

zaida

JAP (1)

 

 {nomultithumb}

{flickr-album}Type=Photoset, ">,Photoset=72157634753742415{/flickr-album}

 

 

Compartir