Don Ángel saludó a los niños de la primaria del Colegio Don Bosco de Granada. Granada, Nicaragua, 31 de agosto de 2016.- Segundo día de la visita del Rector Mayor a tierras nicaragüenses. Granada es una ciudad colonial a la orilla de un extenso lago y es foco de atracción turística. Allí se encuentran el Colegio Salesiano y dos obras educativas de las Hijas de María Auxiliadora.

En los Buenos Días a los entusiastas alumnos y alumnas les expresó que en su recorrido por muchos países del mundo había encontrado jóvenes diferentes por cultura y color de la piel, pero iguales en sus sueños y alegría. En particular, comentó que estaba gratamente impresionado por la sonrisa franca y la alegría expansiva de los jóvenes de Nicaragua.

Antes del mediodía Don Ángel se dirigió a la casa natal de la beata sor María Romero convertida en museo y centro de peregrinaciones. Salesianos e Hijas de María Auxiliadora participaron en la celebración eucarística. El Rector Mayor, comentando la espiritualidad de sor María Romero, expresó que “la generosidad y la donación se convierten en frutos de vida. Una palabra, una sonrisa, un abrazo pueden tocar la vida de un muchacho, una muchacha. El Señor ponía las manos y curaba. Nosotros tenemos este poder sanador. Estamos invitados a ser libres en nuestro servicio y atrevimiento en la misión”, afirmó.

Al mediodía, se reunió con los Salesianos de Nicaragua a quienes ofreció una visión optimista de la congregación, sin soslayar sus sombras, y los estimuló a crecer en fidelidad a la vocación salesiana. Expresó su satisfacción por la vitalidad de la inspectoría centroamericana.

Un almuerzo con los Salesianos selló este encuentro que, según dijo, es la parte medular de sus visitas por el mundo.

A las 6.00 pm el encuentro era con la Familia Salesiana en la Casa Pellas, elegante mansión en el centro de la ciudad. En diálogo con los presentes aclaró puntos importantes de la identidad de las ramas de la Familia Salesiana. Recalcó que lo más importante es ser signo de comunión y fraternidad, de unidad y autonomía.

Según lo indicó, la Familia Salesiana no es autocomplaciente, autoreferente. Según la pauta trazada por el papa Francisco, también la Familia Salesiana debe ser iglesia en salida, aspecto muy importante si se tiene en cuenta que, con sus 31 grupos, es la familia más numerosa de la iglesia.

El Rector Mayor invitó a todos los grupos a crecer en identidad y en espíritu de familia. Los miembros se deben caracterizar por la madurez y autonomía, sin dependencia (infantilismo). Su opción preferencial debe enfocarse a los jóvenes más necesitados. El afecto cariñoso con todas las personas debe ser su rasgo distintivo.

Según Don Ángel, los grupos de la Familia Salesiana deben evitar caer en la lamentación porque los jóvenes no se adhieren, esperando que los Salesianos promuevan el movimiento. Más bien, es responsabilidad de cada rama de la Familia Salesiana su propio crecimiento.

Finalmente, el Rector Mayor insistió en que la fuerza de la Familia Salesiana descansa en el testimonio, que se manifiesta en la comunión, no en el número.

El encuentro concluyó con una simpática cena de familia.

 

 

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