CFP ITR En San Salvador, El Salvador, funciona el CFP, un centro de educación técnica para jóvenes que, por razones de pobreza, no habían encontrado la posibilidad de una educación profesional con la que ganarse una vida digna.



El CFP es una extensión del Instituto Técnico Ricaldone. En este Instituto estudian el bachillerato técnico jóvenes que han frecuentado normalmente el ciclo escolar primario y básico.

Ambos niveles de estudio, CFP y colegio técnico, son una misma obra en dos dimensiones. Ambas funcionan bajo la pedagogía salesiana del Sistema Preventivo de Don Bosco.

El CFP funciona desde el año 1990. Es respaldado por INSAFORP, institución estatal para le educación técnica, y por (Bélgica).

El equipo humano a cargo de este microcosmos educativo cuenta con una psicóloga, dos gestores laborales, un trabajador social, una coordinadora, 25 instructores a tiempo parcial y 13 a tiempo fijo.

Además de habilidades técnicas, los participantes son atendidos en sus necesidades humanas y espirituales. El clima humano de la institución se inspira en la pedagogía salesiana basada en el clásico slogan de Don Bosco: razón, religión y cariño. Deporte y espiritualidad complementan la oferta educativa. Las relaciones entre estudiantes, directivos e instructores se basa en la pedagogía salesiana de la amistad.

Como parte del apoyo humano, el CFP mantiene diez líneas telefónicas para que los estudiantes puedan comunicarse con el personal en casos de emergencia o de cualquier necesidad humana o espiritual. Cada tarde o noche, los estudiantes reciben un mensaje de cercanía humana y espiritual vía whatsapp, las famosas “Buenas Noches” salesianas.

 

Lorena Flores Lorena Beatriz Flores

Coordinadora general del CFP. Lleva 21 años al frente de esta institución, que dirige y anima con corazón salesiano.
Así se expresa ella: “El trabajo con los jóvenes vulnerables es mi opción vocacional. Trato de transmitir eso a mis compañeros para esforzarnos diariamente en ganarnos el cielo a través del corazón de quienes más nos necesitan. Sin duda, Don Bosco y muchos Salesianos han dejado huella en mi vida”.

Walter Gonzáles Es como vivir en una familia ampliada

Walter Gabriel Gonzáles encontró su segunda familia con los salesianos del Instituto Técnico Ricaldone. A sus 26 años de edad se animó a estudiar una carrera técnica en el CFP, un proyecto educativo para jóvenes de ambos sexos que no tuvieron acceso a una carrera profesional debido a la carencia de recursos. Ahora Walter está en su último año de formación en administración técnica. El CFP le ha facilitado la inserción en una empresa para sus prácticas laborales. Allí se siente realizado por la excelente acogida que recibió. Con el salario que recibe puede apoyar a su esposa y a sus dos hijos. Para Walter, estudiar en el CFP es como vivir en una familia ampliada. Aprecia la calidad de la enseñanza, la armonía y el buen trato de sus compañeros e instructores. Según Walter, esta novedosa experiencia educativa salesiana en el campo profesional ha sido la mejor opción de su vida. Además de la calidad del estudio, valora la frescura espiritual que allí encuentra.

Eduardo Rodríguez Es como sentirme en familia

Edward Alejandro Rodríguez Godoy, 19 años, supo de la existencia del CFP por radio. Una tía oyó la oferta para estudiar una carrera técnica. Ni corto ni perezoso se convirtió en un estudiante de ese centro salesiano. Ahora comienza su segundo año en administración de empresas. Edward califica de fabuloso el trato que recibe en el ambiente salesiano. El compañerismo sano y la guía atenta de los instructores lo estimulan para aprovechar esta oportunidad educativa. Es como sentirse en familia. Cuando llegó al CFP era un joven muy tímido. La empresa donde hace su práctica profesional le asignó el área de recursos humanos. El tener contacto continuo con las personas borró su timidez y lo transformó en un joven seguro de sí mismo. Allí se siente especialmente querido por todos.Ayudemos a los jóvenes, a sus familias y al Pueblo de Dios a descubrir los dones que Dios nos regala, sin lamentarnos, proponiendo metas que entusiasmen y saquen de la monotonía y mediocridad.

Rachel Zelaya Les importo, siempre están pendientes de mí

Rachel Zelaya, 21 años, se siente afortunada. Este es su segundo y último año en la carrera de administración técnica en empresas industriales. Además del apoyo familiar, la empresa en la que hace su práctica profesional la ha acogido muy bien. Su experiencia en el CFP en el Instituto Salesiano Ricaldone ha transformado su vida. Reconoce conmovida la aceptación, la ayuda y el amor que le brindaron sus educadores. Eso la hizo sentirse importante. “Les importo”, - dice conmovida, - “pues siempre están pendientes de mí”. Rachel aprecia la calidad del estudio y el ambiente salesiano que la ha ayudado a mirar con confianza el futuro. El clima educativo, generoso en ayuda mutua, calor salesiano y cercanía a Dios, ha fortalecido su persona. El CFP ha apoyado a su familia en momentos difíciles y le ha ayudado a colocarse en una empresa para sus prácticas laboraleso pasa a través de la opción preferencial por los más pobres, abandonados y excluidos.



Este artículo está en:

Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
Edición 250 Marzo Abril 2021

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