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Roger Nahúm junto al Hermano Oscar Pereira SDB Soy  Roger Nahúm Gonzales Martínez, tengo 21 años de edad, vivo con mis padres Domingo Gonzales y la señora Macaria Martínez, somos nueve hermanos, vivimos en la aldea Plan de San Antonio, del municipio Sabana Grande que pertenece al departamento de Francisco Morazán, actualmente estoy estudiando en el Centro de Formación Profesional San Juan Bosco.


Para poder llegar me tarde tres horas de camino, mi pueblo esta muy lejos de la ciudad. En mi comunidad no existe este tipo de formación, me entere del centro por medio en un joven llamado Henry Amador, quien también estudio en el centro y después de egresado la oficina de orientación laboral lo ubico en una empresa desempeñándose como mecánico automotriz, después de ver como a este joven le ayudaron me motivé.
Me levanto a las tres de la mañana para prepararme y emprender mi camino hacia el Centro. Es un poco sacrificado pero todo lo que he encontrado en esta casa salesiana me hace olvidarme del cansancio.
Empecé mi proceso llenando una ficha de inscripción donde me encontré a la secretaria Yojana Lagos, una joven muy atenta quien me dio las indicaciones para llenar la ficha. Estaba nervioso ya que me comentaba esa joven que tendría que asistir a un proceso de admisión por lo que me presente una semana y todo lo puse en manos de Dios.
El primer día nos convocaron a un salón y nos dieron unas palabras muy motivantes también nos invitaron hacer un recorrido por todo el Centro para conocer todas las áreas técnicas y así poder definir si esa es el área que más me gustaba, después me entrevisto mi maestro quien me pregunto tantas cosas que llegue a pensar: ¿quien sabe que me den la oportunidad? porque eran 60 jóvenes los que nos inscribimos en mecánica automotriz y solo se podían quedar 22.
Mi fe estaba puesta en Dios, continúe con el proceso, me aplicaron algunos exámenes teóricos, después nos llevaron al taller para que realizáramos algunas pruebas prácticas y así finalizo el proceso de admisión, me indicaron que tendrían que venir a finales de enero para saber si fui seleccionado. Me llevé una gran sorpresa cuando me visitó el personal del Centro para conocer mi casa y hablar con mi mamá. Desde ese día comence a sentirme en familia.
En este momento estoy cursando mi segundo año en el área de Mecánica Automotriz. Es motivante llegar y recibir un saludo de buenos días. En las clases de habilidades para la vida me ha permitido conocerme como persona. Nunca imaginé que podría tener clases de inglés, todo es muy atrayente porque a pesar de que me inscribí en mecánica automotriz puedo aprender computación, la certificación de competencias laborales básicas –workkeys y sobre todo la formación cristiana, participar en misa y asistir a retiros espirituales, todo lo que he recibido es de calidad.
Son tantas las personas buenas que ayudan en nuestra motivación. El año pasado tuve la dicha de contar con una beca en la que me proporcionaron mi uniforme completo, ese apoyo me impulsa a ser un mecánico automotriz de calidad, ya casi estoy terminado de cumplir este primer sueño, aunque Don Bosco nos invita a soñar para alcanzar metas, ya en vacaciones me dan la oportunidad de trabajar en un taller. Yo quiero tener el mío y así poder ayudar a mi familia porque también han sido una pieza fundamental en mi vida.

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