Tegucigalpa, mayo 2012.- En la casa de retiros “Clara María” ubicada en a 20 km de Tegucigalpa, los días 26 y 27 de mayo, 71 miembros de los diversos grupos de la Familia Salesiana se reunieron  para reflexionar sobre la nueva realidad social que afecta a los jóvenes que viven en situación de riesgo social.

El objetivo era  buscar nuevas respuestas educativo pastorales a los desafíos que se presentan para el carisma salesiano en este país.

La situación de la niñez y juventud hondureña sin exagerar es “dramática” por el mismo nivel de desarrollo social y económico que vive la población, y que viene a ser acrecentada por un débil sistema educativo que apenas ha logrado garantizar en los últimos tres años, solamente 100 días de clases. 

El panorama político es desalentador por la corrupción galopante y la falta de instituciones fuertes que puedan garantizar el  respeto a los Derechos humanos de las personas y entre ellas las más vulnerables, los niños, niñas y jóvenes.

Todo esto abre nuevos retos a la presencia de los salesianos en tierra “catracha”.  Salesianos y laicos se han mostrado animados aun en medio de este panorama a tratar como Don Bosco, a salir al encuentro de todos los jóvenes, muchos de ellos estigmatizados por el simple hecho de ser jóvenes, ya que fácilmente se les relacionan con grupos que delinquen, por la fuerte presencia de las maras y pandillas quienes tienen una fuerte presencia en el medio social.

Unir fuerzas, salir al encuentro de los jóvenes, fortalecer el trabajo con sus familias, mejorar la propuesta educativo – pastoral de los centros de formación profesional y otros han sido algunos de los compromisos asumidos para seguir fortaleciendo el camino de trabajo en red que exige el momento para dar una respuesta de calidad.

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