Honduras, octubre 2011.- El P. Pascual Chávez, Rector de los Salesianos, comenzó el segundo día de su visita a Honduras con una solemne celebración eucarística, a la que asistieron los alumnos del Instituto Salesiano San Miguel, los estudiantes del Centro Don Bosco de formación técnica y una delegación de alumnas del Instituto María Auxiliadora.
El P. Pascual centró su homilía en el tema de la vocación, tanto religiosa como civil. Partiendo de diversas historias de vocaciones bíblicas, exhortó a los jóvenes presentes a vivir con un proyecto definido que ofrezca un sentido a sus vidas por su proyección de servicio a los demás.
A la asamblea presente le recordó es impensable que un joven pueda poner a Dios en el centro de su vida si no encuentra un ambiente en su propia familia, o en los centros juveniles, en la iglesia, que les ayude a ver que Dios no es una amenaza, que al contrario pueden ser muy felices poniéndolo al centro de ella.
“La vida en sí misma es una vocación. Es importante saber de dónde venimos y a dónde vamos”, explicó el P. Pascual. “En la vida lo más importante es encontrar la vocación, sin ella no tenemos brújula”.
Después de la misa, el Rector Mayor visitó el Centro Don Bosco, donde pudo escuchar el relato de su moderno desarrollo, llegando a ofrecer a 450 jóvenes de escasos recursos económicos la adquisición de una formación técnica que los capacite para insertarse positivamente en la sociedad. Este centro atiende a una población juvenil que proviene mayoritariamente de la Parroquia María Auxiliadora.
Poco después, el P. Pascual visitó una exposición fotográfica que reflejaba los cien años de historia de los Salesianos en Honduras. Acto seguido, la Familia Salesiana ofreció al Rector Mayor un almuerzo, en el que tomó parte también el cardenal Oscar Rodríguez, arzobispo de Tegucigalpa.
Por la tarde, el P. Pascual presidió de nuevo la celebración eucarística con la participación de la Familia Salesiana hondureña. Concelebraron el cardenal Oscar Rodríguez y el obispo auxiliar Juan José Pineda, además de varios salesianos. La ceremonia religiosa fue transmitida en directo por la TV y radio católicas de la ciudad.
En su homilía el sucesor de Don Bosco condensó su exposición en cinco puntos:
- Defensa de la vida: Dar sentido a la vida de los jóvenes.
- Promover la familia, cuna de la vida y del amor. Primera escuela de socialización.
- Creer en la educación, que no equivale a instrucción. Aprender a ser persona mediante el cultivo de ideales altos para renovar la sociedad.
- Asumir la nueva evangelización: Cristo como un derecho para todos y luz que interpreta la realidad.
- Cultivar las vocaciones: vida como vocación.
Después de la misa tuvo lugar una cena de despedida con la presencia de representantes de los Organismos Ejecutivo y Legislativo, el cardenal Rodríguez y su obispo auxiliar, el nuncio apostólico, exalumnos distinguidos, Salesianos e Hijas de María Auxiliadora.
La cena fue amenizada con música de marimba y bailes folclóricos. Al final se le concedió al Rector Mayor un diploma y medalla de parte de la Asamblea Legislativa y la condecoración José Cecilio del Valle más medalla de parte del Presidente de la República. El P. Pascual agradeció ambas distinciones, recordando la importancia de la educación preventiva como el mejor aporte para la construcción de una sociedad sana.
Mañana partirá el Rector Mayor hacia Nicaragua donde también se celebra el centenario de la llegada de los Salesianos a ese país.
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